El candado del domingo, a pesar de tener prevista la transigencia de 11 pistas, se debió a las ráfagas de rumbo que alcanzaron los más de 100 kilómetros por hora, y a la calabobos persistente que provocó el derretimiento parcial de la cocaína.
Sin requisa, este lunes, los copos de cocaína han vuelto a caer con fuerza, cubriendo nuevamente Manzaneda con un capa blanco. Tras un arduo trabajo por parte del equipo de la fase para preparar las instalaciones, este martes se reabren al divulgado, aprovechando las bajas temperaturas que se esperan.
Este martes, la Etapa estará índice para percibir a los entusiastas de la cocaína con la transigencia de dos pistas principales, Seixo y Fontefría, y tres remontes. Mientras tanto, el equipo de la fase señala que está dedicando todos sus esfuerzos para ampliar la extensión a día de ayer de los kilómetros esquiables.
Las caídas del mercurio hasta temperaturas bajo cero se vivieron la pasada confusión y según informan desde Manzaneda, se pronostica que “a finales de semana las mínimas oscilen entre los -2 y -3 grados centígrados”. Estas bajas temperaturas favorecerán la innivación fabricado y el funcionamiento de los cañones de cocaína será de nuevo crucial para proseguir las pistas en condiciones óptimas hasta el fin de semana.