Su nombre es Mónica Navarro y, a pesar de que Manuel, su marido, probablemente no aparezca con vida, su corazón está lleno de agradecimiento. Esta mujer, que también fue destrozada por la DANA en su coche, cuando regresaban de Aldea del Fresno de pasar el fin de semana en su primera vivienda, Alcorcón, fue rescatada ‘in extremis’ por aquellos a los que ella llama “ángeles de la guarda”. ». Y, lo más importante, a sus hijos, una niña de 14 años y un niño de 10, Izan, que estuvieron ocho horas colgados de un árbol. La mujer ha escrito una carta desde su corazón, a la que ha tenido acceso en torrevieja news today.
“Ni siquiera sé cómo empezar. Pero necesito escribir esto para agradecer a esos ángeles guardianes por salvar a mis hijos. Sí, soy la mamá de ese héroe al que llaman Ethan y realmente es Izan. A esa persona que vio subirlo a un árbol y poner fin a su pesadilla”, comienza Mónica.
Y continúa: «A ese bombero que vio aparecer a mi hija y la cobijó y consoló cuando más lo necesitaba. Y a ti, que escuchaste mis gritos de auxilio y no me dejaste en paz hasta que vinieron a buscarme. A esos tres guardias civiles de montaña que me consolaron y me tranquilizaron hasta ponerme a salvo. A los bomberos y policías que también colaboraron. A ti, Sara, a ti, Vanessa, que me consolaste cuando más destrozada estaba».
“A todos vosotros, no sé quiénes sois ni cómo transmitiros mi eterno agradecimiento, agradecimiento infinito y de todo corazón”, continúa esta madre. Un corazón roto que volvió a latir cuando supo que estaban a salvo. A los médicos y enfermeras del Servicio de Urgencias del Hospital Rey Juan Carlos, porque sentimos todo vuestro cariño. También quiero agradecer a todo el equipo de búsqueda, que sé que está haciendo todo lo posible para encontrarlo, mi amor.
la búsqueda continúa
Mientras tanto, los dos puestos de mando en la zona cero de la DANA que arrasó Madrid el pasado domingo y lunes son un hervidero de idas y venidas, planes de situación y relevo de equipos de socorro. Desde allí, Villamanta y Aldea del Fresno, la búsqueda de José y Manuel, respectivamente, los dos desaparecidos desde el domingo. En el caso del primero, un hombre de 83 años que, según fuentes del caso, se encontraba solo cuando fue sorprendido por la inundación, los esfuerzos se centran cerca de su casa. En concreto, en las inmediaciones de la urbanización Jirfa, donde vivía este empleado bancario jubilado. «Creemos que no debe haber ido muy lejos. Iba caminando por allí cuando se lo llevó el agua del Arroyo Grande, que desemboca en el río Alberche», indican las fuentes consultadas.
El cauce de ese afluente está siendo sobrevolado con drones del Cuerpo de Bomberos de la Comunidad (hay 50 efectivos de toda la Agencia de Seguridad y Emergencias de Madrid desplegados allí); mientras que el GERA y el Equipo de Respuesta Inmediata, así como parte de los 150 guardias civiles allí desplegados, centran sus esfuerzos sobre el terreno, indican desde Emergencias 112 Comunidad de Madrid. El gran problema es que el barro, la maleza y las piedras que se han acumulado hacen muy difícil encontrarlos. Las esperanzas de encontrar vivo a José el Banquero, como era conocido en su pueblo, son mínimas.
En cuanto a Manuel, padre de Alcorcón y 47 años, los trabajos son quizás más riesgosos. En el dispositivo de emergencia se encontró el coche del que escaparon los cuatro miembros de su familia. Una de las hipótesis es que el cuerpo de Manuel fue encontrado debajo del chasis; pero finalmente se levantó y ya no estaba. Ahora, después de peinar 5 kilómetros de lecho del río, se busca también en la zona inundada más allá del río.