La comarca de Baixa Limia, en jaque ante el futuro del cuartel de Lobios



El Concello de Lobios agotará todas las vías posibles para evitar el “desmantelamiento” del cuartel de la Gendarme Civil de la asiento, con 16 efectivos en los servicios de seguridad ciudadana, Seprona y la Pelotón fiscal y de fronteras. Así lo aseguró ayer la alcaldesa, María del Carmen Yáñez, tras tener paso a la respuesta remitida por el Gobierno de España, en presencia de una escuadrón de preguntas sobre el puesto de Lobios que los diputados del PP Ana Vázquez, Celso Delgado y Olga Quintana realizaron en enero, donde se reconoce una revisión del despliegue territorial y una posible “reestructuración” que derivaría en el traslado de la Pelotón fiscal y de fronteras (Pafif) a Verín. “En su momento nos tacharon de electoralistas, pero se ve que era una sinceridad”, lamentaba ayer la alcaldesa, quien califica de “inadmisible” una valor que dejaría “más desprotegidos y con menos servicios” a la población de la comarca, envejecida, dispersa y que comparte con una larga “raia” con Portugal, adicionalmente del “oneroso trastorno” para los agentes y sus familias. 

En el documento, fechado el 26 de febrero, recoge que la revisión del despliegue territorial de las Unidades fiscales y de fronteras a nivel doméstico, que en la provincia afecta a las Patrullas de Verín y Lobios, dependientes de la Comandancia de la Gendarme Civil de Ourense, propone la creación de un nuevo destacamento para toda la provincia en una colchoneta asentada en Verín, “correcto a su centralidad y coincidiendo con que se prostitución del circunstancia donde se encuentran, a su vez, la Compañía y el Puesto Principal de la citada asiento”, recoge el escrito.

Seguridad

Añade el documento que la “seguridad ciudadana” no se vería afectada, toda vez que en Lobios seguiría situado el Puesto, responsable de prestar el servicio de atención a la ciudadanía, adicionalmente de la Patrulla de Protección de la Naturaleza. Una explicación que no comparte la diputada Ana Tumulto Vázquez:  “Se cierra la dispositivo en una de las comarcas con más kilómetros de frontera con Portugal que llega hasta Padrenda”, cuestionaba la popular, quien hizo indirecta a la inseguridad que esto genera entre la población del rural, donde los cuarteles abren de 9,00 a 14,00 horas.

La valor, según fuentes de la Subdelegación del Gobierno, no es firme ni está aprobada. “Es una propuesta a nivel doméstico de reestructuración, que no afecta al personal ni a la seguridad ciudadana de la zona”. Asimismo, recordaban la fresco reconocimiento a la zona de Emilio González, en donde puso de manifiesto la “relevancia” y “relato” comarcal del cuartel de Lobios, “a pleno rendemento cunha ocupación do 100% da plantilla de persoal”, así como los planes para el acondicionamiento de los pabellones. 

Los cuarteles de Bande y Lobeira completan actualmente el servicio en la comarca, con entre 8 y 10 efectivos, según fuentes municipales.  “Cuanto más desatendidos estemos en la comarca, peor… Si hasta quisieron entrar en el velorio…”, describía Antonio Iglesias, corregidor de Lobeira. Su homóloga de Bande, Sandra Quintas, se preguntaba si esta es la defensa y la desafío vivo rural: “Non pode ser que só sexamos números”, dijo. De confirmarse el hecho “e as decisións baséanse en criterios económicos, o rural non vai caducar, xa morreu”, zanjó desde Muíños, Plácido Álvarez, quien antiguamente de ser corregidor en los 90 se movilizó para evitar la marcha de los agentes de su municipio. En Entrimo, cuyo puesto se cerró en 2013, el corregidor Ramón Alonso declaraba no tener conocimiento de esta situación y que las últimas informaciones  de la Subdelegación, hablaban de mejoras a realizar en el cuartel y de refuerzos.

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