Batet, que encabezó la candidatura del Partido Socialista de Cataluña por Barcelona en las elecciones del 23 de julio, había sido diputada desde 2004. También fue ministra de Política Territorial y Función Pública durante un año, entre junio de 2018 y mayo de 2019, en el primer gobierno de Pedro Sánchez.
Ahora, la expresidenta del Congreso ha comunicado su decisión en la red social X, antes Twitter, donde asegura que se va “con orgullo de haber servido a un proyecto colectivo que busca, sobre todo, mejorar la vida de las personas y transformar la sociedad. Un proyecto al que me he entregado en cuerpo y alma y al que seguiré sirviendo allá donde vaya”, ha escrito.
El hasta ahora líder socialista es jurista y con plaza docente en la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona. Él PSOE obtuvo trece escaños en las elecciones generales del 23 de julio en la circunscripción de Barcelona, por lo que El sustituto de Batet en el Congreso sería Ignacio Conesa Coma, quien quedó en el puesto 14 de la lista.
Cuatro años al frente de la Cámara Baja
Fue el 3 de diciembre de 2019 cuando Meritxell Batet, tras un largo pleno del Congreso, es proclamada como presidente de la cámara baja. Para ello necesitaba dos votos. En la primera vuelta, cuando necesitaba la mayoría absoluta, obtuvo 167 soportes y en el segundo que le bastaba con mayoría simple obtuvo 166. Estos 166 apoyos los ofrecieron el PSOE, Unidas Podemos, Más País, PNV, el Partido Regionalista de Cantabria y la Coalición Canarias-Nueva Canarias.
Durante su tenencia, llamadas al orden Han sido habituales, al igual que los momentos de tensión. El socialista catalán, en numerosas ocasiones, ha tenido que pedir respeto e incluso protagonizar enfrentamientos directos con los diputados. Uno de los más populares fue con macarena olana, entonces portavoz de Vox en el Congreso de los Diputados. En total han sido cientos de sesiones, miles de debates, pero no todos han sido fáciles, como el de la aprobación de la reforma laboral.
Otro momento complicado para Batet fue cuando decidió cerrar el Congreso durante la pandemia tras el posterior rechazo del Tribunal Constitucional. La ahora expresidenta de la Cámara Baja ha sido cuestionada, pero también ha sido aplaudida, y ha moderado no sólo uno, sino hasta dos mociones de censura promovido por Vox.