El precio del pan sube a partir de hoy en los despachos ourensanos



Hacerse un emparedado será más caro a partir de hoy. Buena parte de los productores ourensanos de pan han decidido subir los precios este mes para guardar la contabilidad de sus negocios. Los costes de producción siguen al ascenso o en umbrales muy elevados, mermando los cada vez más precarios márgenes de beneficio en el contexto inflacionario flagrante. En resumidas cuentas: la harina sube, la energía sigue cara y los panaderos se ven obligados a cobrar más para sostener sus hornos, tal y como alertan desde el sector.

No todas las panaderías de la provincia subirán sus precios. Algunas tratan de evitar que la subida de las materias primas repercuta en la mostrador de pan o la embrollo. Aun así, varios negocios de la ciudad corroboraban el incremento de las etiquetas. Por ejemplo, un importante horno que mantiene diversos despachos en la provincia confirmó que la mostrador dejará de costar un euro. Consultado por este diario, avanzó ayer que la subida oscilará entre los 5 y los 10 céntimos a partir de hoy.

“Uns panadeiros xa o subiron, outros vano subir, pero non se estipula nin se acorda o que vai subir o pan. O pan é huido”, dejaba claro Roberto González, presidente de la  Asociación de Panaderos de Ourense. Él mismo contendrá el coste del producto para el cliente en su negocio: “Non tomei esa medida aínda, pero como está a vida… Non quedará máis remedio que subilo”.

González lamenta el castigo de la inflación a los negocios del sector. “O panadeiro sabe que se quere seguir vivindo ten que poñerse ao día. Cada un sabe os custos que ten, o que lle subiu a vida, e é lóxico que tomen esas medidas”, comenta en relación a este nuevo escalón que sube el precio del pan.

Los proveedores de la mercancía para elaborar la hogaza y el mollete pasan facturas cada vez más caras. La harina, por ejemplo. “Agora, cada pedido que fas xa vén con subas. Chega un punto no que non queda outro remedio que tomar decisións que non son gratas, pero hai que facelo para subsistir”, dice el portavoz de los panaderos.

La harina “volve a subir, polo que din os fabricantes”. Esto pone en alerta la sostenibilidad del negocio del pan. Desde el inicio de la combate de Ucrania, que asestó un severo chiste a la heredad europea, el coste del saco se disparó casi un 29% en España, según los últimos datos que publica el Instituto Franquista de Estadística. En consecuencia, el pan se encareció, aunque lo hizo a beocio ritmo. Su precio creció un 16% desde antaño de la combate. En esta subida igualmente pesó la inflación de la energía y los combustibles, cuyo incremento igualmente rondó el 29%.

Adiós al claxón

Las decisiones drásticas de los panaderos no incumben solo al cliente urbano, sino igualmente al rural. Antaño de la pandemia, el litro de gasóleo escasamente superaba los 1,20 euros en la provincia, y el de gasolina, los 1,30 euros. Ahora, febrero cerró con un precio medio de 1,59 euros por litro en el caso del diésel, y en el de la sin plomo 95, de 1,61 euros. Es afirmar, los hornos afrontan un coste cada vez más elevado a la hora de hacer el reparto por sus zonas de influencia.

Estanse tomando medidas moi serias”, advierte el portavoz del sector. Muchas parroquias ourensanas dicen adiós al claxon del panadero: “Estase tomando a valor de non ir porque non compensa subir a unha pueblo onde quedan tres ou catro familias. É moi caro”. De este modo, los núcleos afectados se quedan sin un servicio decisivo que les acerca un correctamente cardinal. Antaño, recuerda González, hacían el itinerario por varios pueblos “e era rentable”. Ahora no lo es: “Se vendes tres ou catro barriñas de pán supón un compra inmenso”.

El renuncia del reparto es una medida severa que, encima, es un huella del vaciado de los pueblos del rural. El sector ya alertó hace un año de que las ventas no compensaban el hecho de satisfacer el depósito para ir pueblo por pueblo. Sobre el hipotético apoyo de la filial, “ás veces non fai rotura dicir o que hai que facer”. Los panaderos, remarca, “sempre estivemos aí”: “Había neve e non ía máis que o panadeiro

Leave a Comment

Your email address will not be published. Required fields are marked *