Cara a cara entre el vicepresidente de la Junta, Juan García-Gallardo (Vox) y el procurador socialista Patricia Gómez, que le preguntó si cree que luchar contra la violencia de género es “una anomalía”, tal y como ha señalado en declaraciones públicas. Gallardo consideró que dicha impugnación fue de “mala fe” porque ya conoce la respuesta e incluso “Sólo busca su momento de gloria” y, además de ratificar sus palabras, insistió en que “a diferencia de usted (de Patricia Gómez), yo condeno todo tipo de violencia”. Pero para la dirigente socialista, la vicepresidenta de la Junta, con su actitud, “veja, denigra y humilla a la mujer”. “Hay que ser muy desalmado, machista y grosero”, añadió.
Gallardo se defendió asegurando que desde que Vox está en el Gobierno regional no ha habido denuncias de mujeres maltratadas ante la Fiscalía Común “porque las protegemos, así que menos lobos, caperucita”. Y concluyó: “Una anomalía es negociar la formación de Govern con un prófugo de la justicia”, en referencia a Carles Puigdemont, o “que la ruptura de la unidad nacional se cocine desde el despacho del presidente del Gobierno”.
Otra abogada socialista, Nuria Rubio, preguntó por la eliminación de los departamentos de igualdad y supresión de los puntos morados tras los pactos municipales entre PP y Vox en algunos municipios. La ministra de Familia, Isabel Blanco, defendió su “absoluto respeto a la organización de las instituciones” al considerar que “Lo importante es adoptar medidas que ayuden a la igualdad de oportunidades y contra la violencia de género”. Así, avanzó que una de las acciones puestas en marcha por su departamento, como es ayudar a la promoción profesional de la mujer, ha contado con 93 solicitudes. Además, se ha incrementado un 70% el presupuesto destinado a la cooperación con las administraciones locales en la lucha contra la violencia de género.
Rubio advirtió a la ministra que “quedarse callada y no plantar cara al machismo es dar la espalda a las mujeres” y denunció que los pactos PP-Vox “lo primero que han hecho es eliminar los derechos de las mujeres a cambio de alcaldías a las populares”. ”, además de suprimir los “puntos morados”, como, recordó, ha ocurrido en Ponferrada.
Reportar un error