El nuevo monitor, que conoce la categoría tras su paso por el Bande y el posterior desembarco en el Monterrei, llevó a lado ayer el segundo entrenamiento en el campo de O Xestal donde agradeció la acogida recibida por parte de todos los jugadores. No obstante, reconoce que los notó un poquito cabizbajos, “pero entra interiormente de la normalidad. De todas formas, trabajaron de maravilla para ir a mañana al campo del Nogueira de Ramuín, un rival durísimo y que marcha tercero en la federación. Nosotros intentamos plantarnos allí buscando coger algún punto para seguir sumando”.
Silva sabe muy proporcionadamente de que es una puesta arriesgada, “pero como sabes me gusta el rock and roll y con dos cojones aceptar lógicamente un equipo que lleva una mala ráfaga, recién ascendido y cuando restan 11 jornadas para sacarlo de ahí lo antiguamente posible”.
El cuadro ribadaviense está en el puesto 14, con 24 puntos. Tiene seis de renta con el descenso directo a la Segunda Galicia.