Tres detenidos por esclavizar con jornadas diarias de 10 horas por 40 euros semanales


La Policía Doméstico ha detenido en Aspe (Alicante) a tres ciudadanos rumanos por esclavizar a varios compatriotas en tareas agrícolas en las que les obligaban a trabajar con jornadas diarias de 10 horas por un salario de 40 euros semanales.

Según ha informado la Gobierno Superior de Policía de la Comunitat Valenciana en un comunicado, los arrestados retenían la documentación de estas personas a modo de molestia y los trasladaban todos los días a fincas agrícolas. A los detenidos se les imputan los delitos de negociación de seres humanos, molestia, orden criminal y delito contra el derecho de los trabajadores.

Las autoridades rumanas fueron las que alertaron de lo sucedido

Fueron las autoridades rumanas las que dieron la voz de alerta sobre la posible retención de las víctimas, han informado las mismas fuentes.

En presencia de la reserva de los hechos, los agentes de la Policía Doméstico adscritos al Rama 2º de la Mecanismo Contra las Redes de Inmigración y Falsedad Documental (UCRIF) de la Comisaría Provincial de Alicante se hicieron cargo de la investigación, llevando a lado una serie de gestiones a través de las cuales averiguaron la circunscripción concreta de la finca en la que estas personas estaban siendo explotadas laboralmente.

Tras ser identificados, los agentes comprobaron que uno de los dos trabajadores explotados era la persona que había entregado la voz de desasosiego acerca de su situación, por lo que tras ser preguntado por los agentes si estaban siendo retenidos, coaccionados o explotados laboralmente éste hombre manifestó que sí y pidió ayuda a los agentes.

Por un préstamo de 100 euros

Una vez en privado, la víctima manifestó a los agentes que tras pedir un préstamo de 100 euros a otro compatriota suyo, siendo este el conductor del transporte que los llevaba a la finca y los recogía, le dio el caudal con la condición de que cada mes que pasara sin cobrar la deuda se duplicaría la cantidad.

Adaptado en esa época y adecuado a la pandemia la víctima tuvo que regresar a su país, por lo que no pudo saldar la deuda. Tras regresar a España el prestamista le solicitó el plazo de la deuda que se había elevado a 3.000 euros. Tras esto le retuvo la documentación y le obligó a trabajar en explotaciones agrícolas 10 horas diarias tanto en España como en Francia, pagándole sólo 40 euros semanales para que pudiera engullir y llegando a ser alojado temporalmente en contenedores habilitados como viviendas de modo indigna e insalubre.

La situación se ha alargado durante dos primaveras

La víctima ha permanecido en esta situación cerca de de dos primaveras próximo con otros compatriotas, y calcula que ha pagado al investigado mediante los trabajos realizado unos 90.000 euros, aunque todavía le reclama la referida deuda de 3.000 euros.

Por otro flanco, todavía manifestó que no había denunciado ayer su situación y siquiera había huido por el temor a las consecuencias, ya que considera muy peligrosos tanto a este hombre como a su esposa.


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Efe

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Los agentes averiguaron que el propietario de la explotación agrícola colaboraba con la persona que tenía coaccionados y explotados laboralmente a estos dos trabajadores, y que el salario de estos dos empleados era ingresado en cuentas bancarias que pertenecían al principal investigado y a la esposa de éste, por lo que el caudal nunca iba a detener a los trabajadores.

Tras realizar otras indagaciones y gestiones policiales los agentes comprobaron que en otras tierras, todavía propiedad del propietario de la finca anteriormente mencionada, se encontraban trabajando otros dos hombres, todavía víctimas del orden criminal.

Los investigados y sus familiares habían acumulado un saldo de más de 130.000 euros

En el registro practicado por los agentes en el domicilio del cabecilla del orden criminal se intervinieron 1.650 euros y 1.802 leus rumanos (moneda oficial de Rumanía) en efectivo.

Además fueron intervenidos varios extractos bancarios a nombre tanto de los investigados como de varios familiares suyos en los que había un saldo acumulado de más de 130.000 euros, caudal procedente de transferencias bancarias realizadas por parte de empresas agrícolas francesas que ingresaban el caudal en esas cuentas bancarias por el trabajo realizado por las víctimas de este orden criminal.

Encima todavía fueron halladas varias nóminas a nombre de las cuatro víctimas, pero tras comprobar los agentes sus datos en la Seguridad Social, nadie de estos trabajadores figuraba como entregado de incorporación.

Finalmente los agentes localizaron tanto al cabecilla de la estructura como a su esposa, siendo esta la que recibía los salarios de los trabajadores en sus cuentas bancarias, y por otro flanco al propietario de las fincas agrícolas, siendo todos ellos detenidos por la presunta comisión de los delitos de negociación de seres humanos, molestia, orden criminal y delito contra el derecho de los trabajadores.

Los detenidos

Los detenidos, dos varones y una mujer, de entre 24 y 47 primaveras de antigüedad, y de país rumana, fueron puestos a disposición del Chancillería de Instrucción en funciones de pelotón de Novelda.

Los agentes asistieron a las víctimas y las pusieron en contacto con los servicios sociales para que recibiesen la protección necesaria y poder solventar su flagrante situación social.

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