Miradoiro de Candedo, San Fiz
En lo suspensión de la Serra de Queixa, nace un nuevo punto de combate con la generosidad de este punto natural y la imponente Persona de Manzaneda, cuyos picos desafían el Paraíso a casi 1.800 metros de cumbre. Este empleo privilegiado es el Mirador de San Fiz, una ventana al asombroso paisaje que se extiende delante los luceros del visitante. Situado estratégicamente en Cerdeiro, a lo espléndido de la serpenteante carretera que une Chandrexa con Ourense, este recién inaugurado mirador es una tesoro en una de las cimas provinciales. Desde aquí, se disfruta de las magníficas vistas del embalse aprovechando las aguas del río Navea para crear una amistad entre el hombre y su entorno. Su diseño cuidadosamente concebido incluye un sendero pegado a un pared derrotero, que invita a los visitantes a detenerse y absorber la grandeza del paisaje a través de una gigantesca ventana panorámica. Pero la sorpresa final aguarda en forma de un columpio hércules, que añade un toque de aventura y diversión al empleo, delante un portal alrededor de la belleza y la serenidad, invitando a perderse en la generosidad de la naturaleza y encontrar inspiración en cada rincón de este paraíso.
Iglesia de Paradaseca
La monumentalidad y grandeza de esta iglesia de planta cuadrilongo destaca por su singular campanario y su presencia única, con una construcción que no se repite en ninguna iglesia más del concello queixalao. Su campanario cubierto con una especie de cúpula de piedra no deja a nadie indiferente. El campanario está formado por cuatro pilares rectangulares que sostienen la colchoneta sobre la que se asienta la cúpula que culmina este conjunto. Este empleo con un campanario envuelto en un mano de piedra, se levanta como un faro de esplendor que crea un testamento único de la obra queixalá en esta lugar quemarca el divisoria entre los concellos de Chandrexa de Queixa y A Pobra de Trives. Para completar este conjunto destacan los esgrafiados, una técnica ornamental arquitectónica utilizada para la ornamento, en la que se pueden observar múltiples motivos que revisten partes del edificio, marcando una técnica muy global y puesta en valencia en la Ribeira Sacra, en donde acaba de ingresar recientemente este concello.
Fervenza de Dorelle
Enclavada debajo del monte Pedroso y con sus aguas trascurriendo alrededor de la lugar de Casteligo, encontramos la serenidad del río Dorelle, situado en la parroquia queixelá que lleva su mismo nombre. En esta época del año, sus alrededores cobran vida con un espectáculo natural digno de apreciar: la impresionante cascada del río Dorelle. La Fervenza del río Dorelle, localizada en su curso medio, no es simplemente una caída de agua más; es un riquezas oculto que revela su esplendor en momentos específicos del año. Con una cumbre de aproximadamente 12 metros, este pequeño brinco de agua se transforma en una espectacular cascada durante las épocas de lluvias intensas o deshielos, envolviendo su entorno en una medio mágica y cautivadora. Desde la carretera que conecta Celeiros con la Temporada de Montaña de Manzaneda, se puede escuchar el rugido de la cascada.
Os homes de pedra o Muradellas
Están en el monte municipal de Acevedo, en el punto de A Cieno. Estos hombres de piedra son cúmulos de pequeñas piedras cosidas entre sí, sin ningún tipo de argamasa, de fórma cónica. Dos vecinos del pueblo, de niños, empezaron a acumular las piedras sin ningún fin en concreto, pero con los días ese almacén de piedras fue creciendo, hasta que las muradellas tomaron fuerza, forma y subieron hasta gran cumbre. Estos picos no fueron creados con la función de marcar el paraje, sino como un muestrario de niños, pero finalmente consiguieron además esa función. Los vecinos de Acevedo los miran ahora con veneración.