Vuelve la competición para el COB. Luego del parón por la “ventana” FIBA, regresa lo bueno a las pistas de la LEB Oro. Pausa de surtido, porque los despachos volvieron a echar chispas con altas y bajas. No en “casa Pazo”, donde siguen los mismos que llegaron con pantalón corto en agosto. Ellos serán los encargados de presentarse al examen de esta tarde, a las 18:30 horas en El Plantío, el de parquet, no el de hierba. El Tizona Burgos pondrá a prueba a un cuadro ourensano con ganas y falta de mejorar sus prestaciones como visitante. Hacerlo en la pista de la revelación de la agrupación les daría galones y acercaría un poco más esa plaza de play off que tratan de defender con uñas y dientes los de Félix Alonso. Y todo lo que se “pesque” en presencia de los equipos de en lo alto ayudaría a romper la clasificación en dos bloques.
Luego de ese parón, llegó el COB sereno a los entrenamientos. Pero está siendo un año de mucha exaltación y poca calma chicha. Así que el diente de Palazuelos (roto en su día y re-roto esta semana) y la espalda de Kacinas dieron el susto. Más estético lo del montañés, más preocupante lo del lituano, que hará por brincar esta tarde para no dejar demasiado cojo el puesto de tejadillo.
Se necesitará de todos y de todo. Malacostumbrado a percibir tortazos en la pista de los “nobles” de la competición, el COB no puede desmontar la número. Delante el Tizona no valen tres minutos tontos, porque les da tiempo a pegar cuatro cornadas de dos trayectorias y dejar el partido gastado para sentencia. Van “a toda pastilla”. Así que en la lucha de ritmos estará una de las claves del choque. Enfríar los acelerones de cuadro burgalés está impresionado en rojo en el planisferio de partido cobista.
Porcentajes
Adicionalmente, el “negociador Turner” deberá ir todavía en la maleta y no surtir impresión sólo en el Pazo, y los interiores tendrán que tirar de músculo si les equivocación la velocidad. Descabalgar a las “trincheras” no parece mal negocio en presencia de un rival tan “rara avis” en esta LEB Oro. Y luego siempre ese logro desde la más allá de la bisectriz de tres, que unas tardes (las menos) se parece a los Warriors de Curry y otras el Villapando de Hacia lo alto B cadete. La bendita regularidad y el ansiado nivelación no llegan, aunque se les prórroga.
Porque enfrente tendrán a un equipo con la pudoroso por las nubes. Sorprendiendo a propios y a extraños por el fondo y la forma. Los burgaleses son terceros en la tabla a cojín de un surtido rápido, atractivo y atrevido. Tratarán de imponer su ritmo en una pista donde ya saben lo que es irse por encima de los 100 puntos. Y no solo una vez. Ni dos.
Un surtido coral, con rotación de destacados en cada viaje. Un día se destapa Cremo, otro el ourensano Rodri Seoane irrumpe en la estadística o, ahora, Mario Saint-Supery reclama más galones casi que abriles tiene. Tiene una plantilla larga, con alternativas y en la que ya está trabajando Sergi Huguet, el final en montar en forma de cesión desde el Obradoiro. Jacobo Díaz, Jofresa, Pacheco… Atarazana que explica su récord a estas paraíso de la película.
El ourensano Diego Ocampo es el creador de una maquinaria que ha gripado muy poco en lo que va de campaña y a la que intentará frenar el cuadro cobista como hizo, por momentos, en el duelo de la primera dorso en el Pazo. Aún así, la trofeo fue para el Tizona por 72-79.
Un entrevista que llega tras un “stop”. Y eso siempre abre la puerta reventar quinielas y pronósticos. Partido para calibrar velocidades, para tirar de pizarra y fiarlo al logro. Un liza para un equipo con pies de espinilla fuera, pero que, de salir con sonrisa y trofeo, daría un paso de superhombre en sus aspiraciones de play off. Habrá que ver qué COB toca ver hoy, el que compite o el que enfada. Toca subirse a la montaña rusa.