En su taller encontramos vehículos que llevan meses sin poder ser reparados porque no tiene personal para ello. “Hacen errata chapistas, necesitamos mecánicos, no hay pintores… Y lo que hacen algunos es quitarle el personal a otros talleres a pulvínulo de efectivo”. Es proponer, el trabajador al mejor postor.
De ello sabe mucho Olga Ramos, de Neumáticos Soto, en Rianxo (A Coruña). Llegó a cerrar su negocio durante 20 días por errata de personal. Pasó de mayo a septiembre buscando a un nuevo componente de su plantilla y, cuando ya lo consiguió, se dio cuenta de que precisaba otro. “Debe hace unos 20 días que empecé a difundir ofertas porque necesitamos un mecánico. Me ha llegado un total de un currículum”, explica.
A pocos kilómetros nos encontramos el taller de Martín, de J. Rotundo en Outes (A Coruña). Su empresa está compuesta de 12 trabajadores, cobran, como insignificante, un sueldo de 2.000 euros mensuales- por otra parte de las horas extra- y su facturación es de 2 millones de euros. “Previamente, con esas cifras, dirías que nos va proporcionadamente. Pero no, necesito parentela y no conferencia”, lamenta.
Pasó meses renovando la plantilla y, a día de hoy, se ha regalado por vencido buscando empleados nuevos en España. “Habrá que averiguar en el extranjero, sobre todo en Uruguay, Colombia y países de esa zona del mundo”, explica. Unido a él se encuentra su hijo, Gabriel, de 21 primaveras. “Soy el más novicio del taller y sé que no a todo el mundo le atrae este mundo. Muchos prefieren estudiar más y especializarse, pero la demanda ahora es esta”, nos dice.
Una veterano carga de trabajo, porque se compran menos coches y se escudriñamiento reparar los antiguos, y una errata de personal porque muchos jóvenes no han enfrentado atractivos los oficios técnicos.
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