El presidente del Supremo avisa de que hoy las democracias “mueren” con el “debilitamiento de sus instituciones” y urge a renovar el CGPJ


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Presidente en funciones de la Corte Suprema, Francisco Marn Castnha advertido este jueves en su discurso de apertura del año judicial que “en nuestros días” las democracias “mueren” no sólo con “un golpe militar o una revolución” sino también con el “lento y progresivo debilitamiento de instituciones esenciales, como el poder judicial y la prensa y la erosión global de las normas políticas tradicionales”.

Ante la atenta mirada del Rey Felipe VI, la primera cita de Marn en su discurso fue a la obra Cómo mueren las democracias (Steven Levitsky y Daniel Ziblatt, ariel). El magistrado ha subrayado que la “separación de poderes es clave para el funcionamiento de cualquier democracia”, alertando de que en un “contexto fuertemente polarizado la visión del Estado decae y se impone con radicalismo partidista”. Camino de cumplir cinco años sin renovación del Consejo General del Poder Judicial, ha pedido a las fuerzas políticas una visión elevada: “Es la hora de los grandes políticos y de los grandes demócratas”.

Gran parte del discurso del presidente en funciones del Tribunal Supremo -que no ha lucido el gran collar de la Justicia, visibilizando así la situación anormal sufrido por el Poder Judicial- se ha dirigido a las fuerzas políticas, a las que se ha instado a “renovar” el CGPJ.

“Por lo tanto, si queremos preservar la calidad democrática del sistema, es esencial no sólo garantizar que el marco constitucional proporcione todos los controles y equilibrios necesarios para garantizar la independencia y el buen funcionamiento del poder judicial. También es esencial que haya “Es un verdadero compromiso democrático de cooperación leal entre los diferentes actores políticos”, afirmó el también presidente de la Sala Civil del Tribunal Supremo.

El magistrado ha añadido que la situación del Tribunal Supremo es “desoladora” ante la imposibilidad de renovar sus bajas, y ha asegurado que la “primera víctima de la situación es sin duda el acusado: el ciudadano”.

Referencias europeas

El discurso ha estado lleno de referencias a Europa, en cuyas instituciones se ha depositado la esperanza de obligar al PSOE y al PP a renovar el Consejo. Marn comenzó su intervención indicando que la cooperación leal entre instituciones “es una exigencia del propio Tratado de la Unión Europea”.

También ha destacado que la preocupación por la crítica situación del Poder Judicial ha traspasado nuestras fronteras. Lo ha hecho recordando la dimisión de Carlos Lemes como presidente del CGPJ en un intento de forzar un acuerdo político. Fue “la consecuencia de un movimiento sísmico institucional con efectos devastadores para nuestro sistema de justicia”, efectos que “también se han trasladado al ámbito europeo”.

Ha añadido que el propio Tribunal de Estrasburgo “ha denunciado muy claramente la situación en la que nos encontramos hoy”, recordando que es “obligatorio” que las Cortes renueven el CGPJ y lo hagan en “un plazo determinado”. Y pese a ello, el procedimiento “ha permanecido pendiente ante las Cámaras, en su fase inicial, durante tres legislaturas consecutivas”.

La última de la docena de referencias internacionales ha sido sumarse a la petición de la Comisión Europea de proceder urgentemente a la renovación y, de forma inmediata, al cambio del sistema de nombramiento: “La elección de los miembros del Consejo General del Poder Judicial debe ser llevado a cabo de conformidad con las disposiciones de la Constitución y de acuerdo con las normas fijadas por Europa”.

El acto solemne, que tuvo lugar en la Sala de Plenos del Alto Tribunal, estuvo marcado por la situación inédita que sufre el tercer poder del Estado, contando el Tribunal Supremo con un presidente en funciones; con el Consejo General del Poder Judicial presidido por el vocal Vicente Guilarte (en funciones de sustitución); con el fiscal general del estado Álvaro García Ortiz, también actuando; y con la sombra de la amnistía para quienes tensionaron al extremo al Estado en 2017 con la procesos, fondo.

La dirección criminal, para el fiscal

Por otro lado, durante su discurso -el primero que pronuncia ante el Jefe de Estado ya que el año pasado tuvo que ausentarse del acto por tener Covid-19-, el Fiscal General del Estado instó al futuro Gobierno a llevar a cabo el modelo del sistema penal de nuestro país, donde el fiscal tiene la dirección de las instrucciones penales.

“Cuarenta años después de que el legislador definiera el modelo que propone la Constitución para la configuración del Ministerio Fiscal en España, el Ministerio Fiscal está abierto a cambios y a asumir nuevos retos y responsabilidades”, afirmó García Ortiz.

Asimismo, el Fiscal General del Estado en funciones señaló este jueves que esta reforma de la Ley de Enjuiciamiento Criminal “tiene que ser pausada y considerada, conforme a nuestro modelo constitucional y destinada, como no puede ser de otra manera, como no podría ser de otra manera, a mejorar la eficacia de la justicia y la prestación del mejor servicio público, en una España plural y democrática”.

Por otro lado, el actual fiscal general -nombrado por el Gobierno de Pedro Sánchez tras la salida voluntaria de su predecesora Dolores Delgado- ha intentado reivindicar su legado y defenderse de “los ataques a la figura de la Fiscal General del Estado”.

El mandato de García Ortiz, para nada corto, ha estado exento de grandes polémicas. En junio pasado, la Fiscalía se puso en pie de guerra -con una actuación inédita del Consejo Fiscal- cuando decidió, a las puertas de las elecciones generales, entregar al exministro Delgado el cargo de fiscal de la Sala de la Memoria. Democracia y Derechos Humanos pese a que este nombramiento erosionó la imagen del Ministerio Público debido a la actividad profesional de su socio, el exjuez Baltasar Garzón. El controvertido nombramiento ha sido recurrido ante el Tribunal Supremo por la asociación mayoritaria de fiscales y por uno de los aspirantes al cargo.

Pese a esta circunstancia, el Fiscal General del Estado ha argumentado hoy ante el Jefe del Estado que “no hay decisión del Fiscal General que no esté sujeta a los principios de motivación, publicidad y, me atrevo a decir, consenso”.

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