El periodista Jonatan Oliva ha acudido hasta el registro civil de Ceuta donde 49 personas han cambiado de sexo. Los trabajadores del registro le han confirmado al periodista que la maduro parte de los cambios de sexo se han hecho entre funcionarios. La mayoría policías y guarias civiles y militares. No han cambiado de nombre y siguen manteniendo sus parejas
Los beneficios serían para promocionar mejor y en el caso de los militares que quieran ascender a la Urbano Civil tendrían que dejar el ejército a los 45 primaveras y asumirían pruebas físicas menos exigentes en las oposiciones, mantiene el reportero.
El caso de la término Roberto: “Me defino como una persona bigénero intersexual”
Espejo Manifiesto acento con la término Roberto que dice sentirse tortillera. Revisó la nueva ley y los temarios de Policía Franquista y se encontró situado en el existencias intersexual. Mantiene que el hecho de que haya surgido favorecido ha sido de retroceso. “Mi intención no ha sido nunca la de favorecerme con esta ley”, mantiene. “Me defino como persona bigénero intersexual. Así lo percibo yo y según la ley lo que yo perciba es lo que puedo aseverar legalmente que soy”. asevera.
Roberto cuenta: “Externamente soy un hombre hetero e internamente una mujer tortillera por adentro”. Niega que tras este cambio pueda ascender con más facilidad porque, cuenta, ya no hay plazas reservadas para mujeres en el Ejército. “No voy a hacerlo por piratería. Por convicción propia las pruebas físicas las haré con la nota de hombre”. Por ley no puede estar con los hombres en la misma habitación porque es una mujer constitucional y siquiera con mujeres. “Me parecería una descuido de respeto estar con mujeres”, apunta.
Asegura que en este proceso sus compañeros y superiores le apoyaron en todo momento y no quiere “agraviar al respecto a las mujeres”.
Luchará ahora por retornar a ver a su hijo al que lleva sin ver 13 primaveras
Está buscando un abogado para que le lleve el caso de su hijo. Tiene un criatura de 16 primaveras al que no ve desde los 3. Señala que él sigue pagando la pensión y manteniendo sus responsabilidades como padre pero no tiene ningún derecho sobre el pequeño. Con este cambio puede disputar en igualdad de condiciones y entregar un punto de avenencia “para que psicólogas especializadas en el tema de reencuentros padres e hijos puedan ayudar el tránsito” para estar con el pequeño.
No se cambió el nombre de Roberto porque mantiene que nadie le flama Roberto y por otra parte hacerlo conllevaba mucho papeleo. Le gustan las mujeres pero se autopercibe como mujer.