No voy a denunciar a una persona por agarrarme el culo


La semana pasada, la colaboradora de Espejo Manifiesto, Mariló Montero, denunciaba que en un evento, un hombre con novia le metió mano. Contó que si esta situación le hubiera ocurrido en privado: “Le doy una hostia en la boca que le dejo sin dientes“. Adicionalmente cuenta que solventar esto es complicado porque hay momentos en los que las mujeres se ven envueltas en mucha violencia, donde tienen que encargar muchas cosas y no hacen la gobierno perfecta en ese momento, y añadía que lo más claro era denunciar.

“Lo claro en estas situaciones es la denuncia”

Cuenta en el software, que en los tiempos que corren, que una persona adulta haga eso, lo que se sale es darle una sopapo ahí mismo, pero tiene que pensar en el cisma que se montaría públicamente, porque está en un evento notorio. Adicionalmente, Montero señaló que ella gestiona esta situación de forma indirecta, mandando un mensaje directo a alguna persona cercana para evitar un conflicto hogareño, un conflicto matrimonial, puesto que ella no quiere ningún tipo de problema.

“Hay que inquirir formas de hacerlo”

Mariló cuenta cómo tuvo que apartarse del medio en universal por la gran repercusión mediática que se produjo, señala que está acostumbrada a “estas avalanchas” y sabe manejarlo. Lo primero que tuvo quehacer fue calmar a sus familiares, puesto que la llamaban creyendo que había estado ingresada en el hospital a posteriori de una atentado, todo esto por los mensajes de los medios. Ella nos cuenta que no ha puesto denuncia, puesto que no ha habido atentado sexual, y luego sin atentado sexual no hay denuncia. Argumenta que en el contexto de celebración en el software, sí denunció verbalmente este hecho, no en un chancillería.

“Yo si denuncio, denuncio en el chancillería”

Comenta incluso el significado de atentado: “Acto de acometer a algún para matarlo, herirlo o hacerle daño, usado incluso en sentido figurado” y el de atentado sexual: “es un comportamiento sexual no deseado o actos que usan la intimidación, la coacción o la fuerza”. Con respecto a la definición de atentado sexual, dice que con respecto al acto de atentado sexual ella no lo deseaba, ni le intimidó, ni la coaccionó, ni usó la fuerza. Ella no pudo nominar porque la sorprendió: “Me agarró el ‘pompis’ y me sorprendió”.

Insiste que esto es objeto de la Ley del ‘sólo sí es sí’ que ha resignificado las palabras, que tiene muchos problemas que deberían de ajustarse. Ella comentaba con sus amigas que se encontraban muy asustadas: “Yo estoy cansada de acontecer vivido igual en los primaveras ochenta, en una época, en la que nos magreaban mucho“. Por extremo, dice que ella no va a poner una denuncia a una persona porque le haya tocado el culo.

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