El “parón indefinido” anunciado por IZAL en octubre de 2022 fue un punto de inflexión en la carrera musical de Alberto para adoptar el rol de artesano ya no de sus canciones sino hasta de sus propias guitarras. Toda una simbología en esta nueva etapa. Como incluso es todo un símbolo de su resurgir la cabaña en llamas que aparece en el clip de “Mi propio incendio” y la calma de un comediante cuyo objetivo al final es reencontrarse con lo que todo creador necesita: la emoción compartida con su manifiesto.
Tal como queda expresado en “Mi propio incendio”, asumes con valentía y conciencia esta nueva etapa. Pero, ¿cuáles fueron en concreto tus sentimientos al momento de arriesgarse emprender una carrera en solitario?
El mundo de la música es maravilloso, pero es muy volátil. Me sentí asaz perdido durante un tiempo y acabada mi aludido etapa pensé que tenía que dar un paso más. Seguir componiendo y tallar un disco, que es la semilla de todo. La música es demasiado importante en mi vida como para hacer otras cosas y gracias a ella recuperé la ilusión por un futuro que, aunque sigue siendo incierto, me reconforta y me hace adecuado.
Hay un refrán que dice “no hay mal que por correctamente no venga”. Si IZAL no hubiera anunciado un “parón indefinido”, ¿existiría Alberttinny?
Yo creo que sí existiría. Sería un plan secundario en el que me podría expresar plenamente a través de las trivio y concepto musical. De hecho, ese era el plan original; sacar disco y hacer pequeños conciertos mientras IZAL descansaba. La situación cambió y ha pasado a ser mi principal propuesta artística.
¿Cuáles son tus expectativas?
He tratado de abastecer las expectativas a un nivel saludable porque son peligrosas. Esperar poco muy egregio puede hacer que sientas un fracaso poco que está razonablemente correctamente. He preferido tomármelo con calma y relativizar lo que vaya ocurriendo. El primer single me ha cedido lo que necesitaba y más deseaba, he recibido muchos mensajes bonitos contándome que “Mi propio incendio” les ha emocionado.