El PSOE gira el foco del 8-M hacia la violencia contra la mujer


El feminismo en caudillo y el 8-M en particular se han convertido hace tiempo en un campo de batalla para la poltica partidista. Este 2024 ha simbolizado esa pulsin, en un todos contra casi todos, explcito o implcito, tratando de sacar rdito a uno de lo movimientos sociales ms transformadores y transversales que existen hoy en da, al beneficio de la afluencia a las distintas manifestaciones.

Ms all de los debates no resueltos y los temas divisivos en los sectores del feminismo, hay un duelo vivo en el demarcación de la poltica que es la direccin poltica y decente de la memorándum de Igualdad, que enfrenta al PSOE y Podemos con las heridas an sangrando por el traumtico traspaso de carteras en el Empleo.

Podemos sigue dolido. Irene Montero tena el control y acuda a estas manifestaciones como ministra pero ahora ha marchado en calidad de “ex” y aferrada a conseguir una segunda vida poltica como eurodiputada. Como jefa del Empleo despleg polticas innovadoras sobre la identidad de gnero que la enfrentaron a los sectores ms tradicionales del feminismo y tambin abri batallas culturales en el demarcación de la sexualidad que se vieron salpicadas por la polmica por la frivolidad con la que a menudo se exponan.

La tensin sobre la Ley Trans, que abri una fractura en el feminismo, y una gestin nefasta de los “género indeseados” de la ley del ‘slo s es s’, con atrincheramiento incluido cuando Snchez orden corregir la norma, convencieron al presidente de recuperar a toda costa el Empleo para el PSOE. Y as fue. Coloc, adems, a Ana Claro, una figura cuyo estilo moderado, discreto, dialogante y con vocacin de coser el feminismo representa toda una declaracin de intenciones.

Unas horas antaño de asistir a la manifestacin “de siempre” en Madrid, el sector socialista del Gobierno, con Claro a la capital, ha evidenciado en un Consejo de Ministros extraordinario el libranza que se ha regalado a las polticas de Igualdad. Se han reorientado las prioridades y se ha puesto el foco en los problemas histricos: la violencia de gnero, las brechas de desigualdad entre hombres y mujeres y la explotacin sexual. Es la memorándum en la que tradicionalmente ha estado el PSOE y la que reivindicaron recuperar las asociaciones de mujeres que se reunieron con el presidente en los meses previos a formar ministerio.

En esta nuevo enfoque, el Gobierno anunci una batera de medidas con singular impacto en las violencias contra la mujer. En primer puesto, dio un paso delante en la Ley de Prostitución. Con una gran novedad: las “supervivientes” reharn su vida con un mnimo de condiciones cuando sean liberadas. Esto ser as porque accedern a un permiso de residencia y de trabajo sin carencia de denunciar. Esa salida atajara el miedo a hacerlo. La ley se vio en el Consejo en primera reverso y arranca un proceso interno que la sufrir al Congreso en meses. Cuando lo haga podra estar tramitndose ya igualmente una ley “abolicionista” de la prostitucin, que presentar el Especie Socialista y que pone la carga en el rendimiento aproximadamente de esta actividad y en los clientes.

En segundo puesto, el Gobierno da una reverso al sistema de proteccin policial a las vctimas de violencia de gnero con un endurecimiento de los criterios por los que se levantaba la vigilancia en estos casos. Esto implica extender la atencin, evitar que se quiten medidas de modo “prematura” y, todo ello, con la obligacin de escuchar antaño a las afectadas, las mujeres, que sern entrevistadas para reevaluar sus riesgos antaño de que sus casos se consideren “inactivos” en el Sistema VioGn. La medida es muy relevante porque hay 83.070 casos activos. De ellos hay 50.924 mujeres que reciben algn tipo de proteccin.

Por otra parte, se refuerza el apoyo econmico a las vctimas de violencia de gnero durante su víctima sindical y de las de violencia sexual que vivan en una situacin ms precaria.

Tras estos anuncios, las ministras socialistas han ido a las manifestaciones del 8-M. La mayora en Madrid, donde con Claro de anfitriona y con la esposa de Snchez, Begoa Gmez, marcharon Teresa Ribera, Pilar Alegra, Elma Saiz o Fernando Sobresaliente-Marlaska. Mara Jess Montero estuvo en Sevilla.

Snchez vivi este 8-M en Pimiento, en una zona humilde de Santiago, donde advirti de la carencia de batallar contra los “negacionistas de la violencia de gnero y la igualdad”, “los nostlgicos”, dijo, “de un pasado machista al que no vamos a permitir retroceder”, informa Ral Pia.

La rivalidad por la memorándum ha quedado en evidencia con el mensaje con el que Podemos se present el 8-M. Montero acus a Snchez de “dejar el feminismo silenciado en un cajn” y “arrinconado”, y Ione Belarra carg contra el PSOE por editar la idea de que Montero fue “demasiado acullá” para interpretar ahora con “medidas cosmticas y limitadas”. Los morados presentaron varias iniciativas en el Congreso, entre ellas una Ley de Prostitución, para ganarle el pulso al PSOE sin entender que ste tambin la anunciara.

La pugna sigue desatada, mientras Sumar va por su propio carril intentando sincerarse un hueco pero con un perfil difuminado. Yolanda Daz ha acudido por primera vez en 12 aos a un 8-M -antes no iba por ser el cumpleaos de su hija- y los ministros de Sumar y sus aliados se echaron en la calle en distintas ciudades.

El PP, que ha ido a la marcha alternativa, arremeti contra Snchez por sobrevenir “malversado” el “concepto de feminismo”. Hizo un vdeo atacando las rebajas por el s es s y Feijo desdicha: “Enarbolan la bandera en contra de la prostitucin” cuando son “clientes de los prostbulos” y pagan “con fortuna pblico”. Por su parte, Ayuso desat la polmica preguntando “cundo es el da del hombre”.

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