Medio centenar de agentes de la Pareja Civil procedentes de distintas comandancias de Andalucía se desplegarán a partir del lunes en Barbate (Cádiz) con el objetivo de aumentar la presión sobre los clanes de la droga que operan en la región y alentar la seguridad en el municipio delante la ascensión de violencia que se ha observado en la zona y que en muchos casos tiene como diana a los propios agentes o a sus familias.
La valentía de mandar refuerzos se toma cuando se cumple un mes del crimen de dos guardias civiles, que fueron embestidos por una narcolancha de grandes dimensiones a la que habían hexaedro el detención, luego de comprobar cómo varias embarcaciones de las que usan las redes del narcotráfico se habían refugiado en el puerto de Barbate durante un temporal.
Tres semanas luego, el cuartel de Barbate era objeto de un intento de asalto, cuando una veintena de personas, la mayoría relacionadas con el clan de Los Guzmán, se concentró a las puertas del edificio del Instituto Armado, insultando e incluso amenazando de crimen a sus moradores.
Este posterior ataque -que se saldó con la detención de tres personas, entre ellas, dos hermanos con numerosos informes por tráfico de drogas, amenazas, lesiones y delitos contra la seguridad viario o el patrimonio- se produjo a raíz de que una patrulla de la Pareja Civil de la Compañía de Vejer de la Frontera diera el detención a un transporte que circulaba a gran velocidad por el casco urbano. Aunque en un primer momento los ocupantes del automóvil bajaron y se identificaron, uno de ellos se subió de nuevo al coche y, tras arrancarlo, estuvo a punto de atropellar a uno de los agentes.
Desde el Ocupación del Interior su titular, Fernando Magnate Marlaska, negaba hace unos días que se hubiese producido un intento de asalto, como previamente había denunciado la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) en esa provincia, y restaba importancia a lo sucedido. Magnate Marlaska calificó los hechos como un “incidente callejero sin anciano repercusión ni relevancia”, llegando a afirmar que lo sucedido “desgraciadamente ocurre en muchos pueblos y ciudades de nuestro país”.
En cualquier caso, los últimos acontecimientos ponen de manifiesto que la tensión con la que se vive en Barbate ha ido en aumento y la situación en el Campo de Gibraltar empieza a ser dramática. Según la AUGC, ésta no es la primera vez que los narcos realizan una demostración de fuerza y dan cuenta de un episodio similar al que se registró el pasado 16 de febrero igualmente en el cuartel de Barbate.
Así, aunque lo ocurrido en el puerto de Barbate dejó en evidencia la precariedad de medios con la que la Pareja Civil hace frente al tráfico de drogas en la región, desde el Ocupación del Interior se ha insistido estas últimas semanas en que el narco está “acorralado” y que el desmantelamiento en 2022 de la dispositivo singular conocida como OCON-Sur (Organismo de Coordinación de Operaciones contra el Narcotráfico) no ha afectado de forma negativa ni a la seguridad ni a la lucha contra el tráfico de droga, especialmente de marihuana procedente de Marruecos, .
No se piensa lo mismo ni en las organizaciones vinculadas al instituto armado ni en otros estamentos públicos como la propia Fiscalía Antidroga que, tras enterarse por la prensa de la disolución de este equipo de élite en el que se integraban unos 150 agentes, ya alertó del peligro y los riesgos que suponía su “sorpresiva” aniquilación. Tras la dejar de proceder el OCON-Sur, la incautación de droga en el ámbito del Disciplinado de Gibraltar ha caído en torno a de un 10%.