Hace cinco años, cuando Rubiales llegó a la presidencia de la Federación en 2018, se estableció que su salario sería de 160.000 euros, aunque también incluía un porcentaje del 0,6% de los ingresos por patrocinio de la RFEF, además de diversos complementos y una ayuda a la vivienda.
En 2019, Luis Rubiales también llegó a ser vicepresidente de la UEFA, cargo por el que ganaba alrededor de 250.000 euros anuales. Y en 2022, se estableció en la asamblea que su salario pasaría a ser de 675.761 euros brutos pero con ayudas también para la vivienda.
La sentencia de la Audiencia de Valencia, en la que Rubiales se ve obligado a aumentar la pensión de cada una de sus tres hijas de 400 a 800 euros, se basa en que ha pasado de declarar 97.237 euros por rendimientos del trabajo en 2011, que era la declaración en la que se estableció el primer acuerdo, para tener un retorno neto del trabajo de 955.078 euros en 2020.
“El fuerte aumento de la remuneración del actor debe reflejarse, según el artículo 147 del Código Civil, en el importe de la pensión alimenticia y no sólo, como ha decidido la sentencia, en el pago íntegro de los gastos extraordinarios. Este razonamiento no queda desvirtuado por el hecho alegado por el demandante consistente en la temporalidad de los cargos que desempeña como presidente de la Federación Española de Fútbol y como vicepresidente de la UEFA, ya que se acredita el incremento sostenido en el tiempo y creciente de sus ingresos”, señala la sentencia.
La sentencia, que fija la pensión de cada hija en 800 euros, abre la posibilidad de reducir esa cantidad “en el caso de que su retribución también disminuya de forma duradera y significativa”, algo que Rubiales podría reclamar tras haber sido destituida del cargo. sus cargos si finalmente se confirma su despido.