El Ayuntamiento de Barcelona, a partir de un informe externo elaborado por una empresa experta en patologías arbóreas, aunque no ha podido determinar las causas de la caída de la palmera datilera que el pasado 6 de agosto provocó la muerte de un ejemplar de 20 años. niña de un año. años en la calle Joaquim Costa del barrio del Raval, ha tomado la decisión de proceder a la tala de 540 palmeras que presentan las mismas características que la que provocó el accidente.
El gerente municipal de Parcs i Jardins del Ayuntamiento de Barcelona, Francesc Jiménez, no ocultó en rueda de prensa su preocupación por el hecho de que los peritos no sean capaces de encontrar las causas de la fractura de la palmera del Raval. De ahí que tomen la drástica solución de talar sistemáticamente el 21,5% de las palmeras datileras de la ciudad.
Cortar los de más de 10 metros de altura.
En Barcelona hay 2.500 palmeras de las que sólo las especies de dátiles han causado problemas. En la ciudad hay exactamente 1.224 palmeras que tienen más de cinco metros de altura y ya han sido inspeccionadas. De ellos, 540 superan los 10 metros y serán talados para ser sustituidos por otras especies arbóreas, en función de la disponibilidad de los viveros municipales. Hasta la fecha, los trabajadores ya han cortado 308 ejemplares.
La conclusión del informe de los peritos es que la palmera que provocó el fatal incidente estaba sana, tenía un aspecto normal, mostraba un buen crecimiento y no se le habían detectado defectos internos. Además, el análisis del entorno destaca que el viento no ejerce influencia alguna sobre los árboles de esa zona, ni la palmera presentó alteración o defecto alguno. La prueba de oscilación, emitida a partir de una observación de Google Maps, tampoco detectó ningún comportamiento irregular, al igual que la verificación realizada con un resistógrafo, el instrumento que mide la resistencia de la madera.
Me preocupa no haber encontrado la causa de la caída de la palmera, no sabemos que podemos hacer con las demás.
El mismo análisis, sin embargo, presupone el estrés hídrico como posible causa por “una falta de adaptación durante un período elevado de sequía”, por lo que el Ayuntamiento ha optado por incrementar el riego de todas las palmeras de la ciudad con aguas subterráneas. En el mismo sentido, conjeturan que la caída del ejemplar en la calle Joaquim Costa se debe a la desaparición de una lámina de agua que provenía de una fuente ornamental cercana y que se encuentra cerrada por el decreto de sequía, hipótesis que, según reconoce Jiménez “no se pudo corroborar”. A este supuesto se suman otros como el exceso de peso del balón, la parte de la copa superior, pero que no pueden considerarse el elemento causal. Por todo ello, el responsable de Parcs i Jardins asegura que “me preocupa que no hayamos encontrado la causa, no sabemos qué podemos hacer con las otras palmeras datileras” más que acelerar su sustitución, como se ha hecho sucediendo desde 2014.
Desde el incidente, el Ayuntamiento ha aplicado otras medidas extraordinarias, como el aumento del riego de estas especies, la implantación de riegos sistemáticos y la revisión del plan de riesgos para incorporar la tala de palmeras que superen los 10 metros de altura. Para mantener el riego con garantías, los operadores de Parcs i Jardins, en aquellas zonas donde no hay red de riego, para minimizar los efectos de la sequía, durante el día riegan con camiones cisterna que por la noche realizan la limpieza viaria. “Tenemos el plan de riesgos más restrictivo de todo el Estado”, afirmó Francesc Jiménez, que se somete a una revisión exhaustiva cada dos años.
Leer también