El tranquilo delirio se vio interrumpido por un falta técnico que causó un “movimiento violento” a borde, según describieron los testigos. Priscilla Waller-Subritzky, una de las pasajeras, narró al revista ‘New Zealand Herald’ cómo estaba disfrutando de una película cuando, de repente, salió disparada inmediato a otros pasajeros y miembros de la tripulación contra el techo del avión correcto a una pérdida de cota repentina.
Una vez que el avión recuperó la estabilidad, la ingenuidad del incidente comenzó a hacerse evidente. Los pasillos y asientos estaban desordenados, y muchos pasajeros estaban heridos o en estado de shock, pero aún quedaba casi una hora de delirio. Los pasajeros y miembros de la tripulación que no resultaron heridos trataron de asistir a quienes se habían maltratado en el incidente.
Todavía quedaba una hora de delirio
Cuando el avión aterrizó en Auckland sin problemas, los servicios de emergencia estaban esperándoles para atender a los pasajeros. Aproximadamente 50 pacientes fueron tratados: uno se encuentra en estado crítico y los demás con heridas de diversa consideración. Un total de diez pasajeros necesitaron ser traslados a hospitales locales, incluyendo el Hospital Middlemore y el Hospital Starship. Por otra parte, se informó de que tres miembros de la tripulación fueron hospitalizados para realizar evaluaciones adicionales.
LATAM Airlines, por su parte, activó su protocolo de emergencia, asegurando que todos los fortuna necesarios estuvieran disponibles para los afectados. Las autoridades de aviación han iniciado una investigación exhaustiva para determinar la causa exacta del falta técnico que provocó la pérdida de cota abrupta.
Aterriza de emergencia tras perder una rueda
El pasado jueves un avión, Boeing 777-200, se vio obligado a aterrizar de emergencia en Los Ángeles (Estados Unidos), tras perder una de sus seis ruedas del tren de aterrizaje trasero al punto que segundos posteriormente de arrancar.
La nave espacial de United Airlines, que había despegado minutos antiguamente en San Francisco (Estados Unidos), ya se dirigía rumbo a Osaka (Japón) cuando tuvo que efectuar un aterrizaje de emergencia en el Aeropuerto Internacional de Los Ángeles.
Este incidente hizo que se cerrara la pista de aterrizaje durante un breve desliz de tiempo para purgar los escombros. Por otra parte, la caída de la rueda provocó daños materiales en varios vehículos estacionados en un parking del aeropuerto. A Dios gracias, no se lamentaron daños personales.
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