Pone de rodillas a la Constitución



La ley de remisión se votará este jueves en el pleno del Congreso. Oficialmente, la ley aún no figura en el orden del día pero, en término con unos modos que ya se han convertido en costumbre, el Gobierno y sus socios aprovecharán su mayoría para convocar el debate de la remisión, solo unas horas antaño de que inicio el pleno.

La remisión está más cerca de ser aprobada pero, por los referencias vividos, desde el PSOE no dan por hecho nadie. “Se aprobará previsiblemente”, ha expresado Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, prudente.

Por su parte, el presidente de Castilla-La Mancha ha vuelto a deshumanizar su discurso contra la remisión. Emiliano García-Page ha cargado contra la ley asegurando que “pone de rodillas a la Constitución”. Desde su partido no han tardado en responderle, acusándolo de inquirir “el aplauso practicable” con este tipo de declaraciones que, según la dirección del PSOE, son marginales en el partido.

El presidente autonómico ya había hecho anteriormente declaraciones similares. “Hay muchas cosas de las que nos podemos advertir orgullosos en España, orgullosos de logros conseguidos… pero de lo que soy incapaz de sentirme orgulloso es de un chantaje, de eso se me hace enormemente difícil”, explicó la semana pasada.

En el PP coinciden con el castellanomanchego y consideran que la remisión es un examen de corrupción política. “A puerta cerrada, con necesidad, con opacidad, un precio corrupto para que pueda permanecer en el poder Pedro Sánchez”, ha expresado Cuca Gamarra.

Aunque finalmente se apruebe la remisión, el Gobierno no tiene garantizados los apoyos para la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado, porque no le salen las cuentas ni con sus propios socios: “Estamos muy alejados de las posiciones del PSOE”, ha lamentado Ernest Urtasun, flagrante ministro de Civilización

“No es el punto y final”

Una vez esté aprobada en el Congreso, la remisión pasará al Senado y, aunque ahí el PP tiene mayoría absoluta para tumbarla, esta volvería al Congreso para su aprobación definitiva entre mayo y junio.

Los independentistas catalanes mantienen su pulso al Gobierno y no se van a conformar con la aprobación de la norma. “No es el punto y final de nadie la ley de remisión”, aseguran desde Junts. Incluso desde ERC pretenden “pactar la celebración de un referéndum“, tal y como ha asegurado Marta Vilalta.

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