Dos toros de la última corrida de las fiestas de Medina del Campo (Valladolid) han protagonizado esta mañana momentos de incredulidad y tensión en el escapar del grueso de la manada y acceder a las calles de la propia localidad. Finalmente ambos han sido anestesiados.
El encierro, que comenzó a las 9:00 horas, se desarrolló con normalidad en el campo hasta que en un momento determinado dos de los seis cuernos Se han separado del rebaño y han entrado en las calles de Medina.
Uno se ha dirigido hacia la carretera de Las Salinas, dirigiéndose hacia el hospital, cuyas puertas tuvieron que estar cerradas para impedir que el morlaco accediera a sus instalaciones. En su recorrido, la bocina ha bajado luego por el camino de Peñaranda ante la mirada atónita de conductores, motociclistas y caminantes. “¡Asombroso!” -exclamó un transeúnte al pasar el toro perseguido por los jinetes.
Posteriormente, el toro ingresó al parque de la Villa de las Ferias, donde concluyó su fuga tras ser sedado. Su ‘excursión’ por las calles de Medina no provocó ninguna desgracia personal, pero sí más de un buen susto.
El otro toro fugado, tras su correspondiente periplo, también ha acabado sedado en la carretera de Campillo.
El alcalde de la localidad, el ‘popular’ Guzmán Gómez Alonso, en declaraciones a Europa Press, ha restado importancia a lo ocurrido tras recordar que este tipo de situaciones se dan todos los años en la localidad.
«Ha pasado cientos de veces, los encierros de Medina son así. Hubo un año, en los años 90, que uno de los toros vino a una terraza de la Plaza Mayor a tomar un vermú”, afirmó con humor el concejal medinense, informa Ep.