Este ‘hongo’ mide entre 1 y 2 centímetros de parada y menos de 1 centímetro de pancho. La roca se encontraba en un ámbito que el rover exploró en 2022 emplazamiento Hogwallow Flats. Esa roca era de orzuelo muy fino en comparación con otras, contenía una viejo proporción de sales de sulfato y tenía características rocosas interesantes.
La seta es una característica geológica calificada como concreción, que son masas sólidas adentro de una roca que se forman a medida que el agua fluye a través del sedimento disolviendo minerales y reprecipitándolos en una configuración más compacta. Estas concreciones suelen ser normalmente más duras que la roca circundante, lo que las hace menos vulnerables a la deterioro y la intemperie.
Hemani Kalucha, estudiante de doctorado en Caltech y que miembro de la investigación del ‘hongo’ ha asegurado que “no sabemos cuándo se formó por primera vez la concreción de ‘hongo’ en Hogwallow Flats, pero a medida que el singladura excavó la superficie de Marte durante miles de millones de abriles, erosionó el veta de roca más benigno rodeando de esta dura concreción”.
Más formación sobre las concreciones marcianas
Los investigadores igualmente observaron concreciones grandes en forma de disco, concreciones pequeñas y esféricas y concreciones puntiagudas. El transporte de exploración fue capaz de extraer una muestra de Hogwallow Flats emplazamiento ‘Bearwallow’ que puede contener una concreción, por lo que si las muestras se devuelven a la Tierra se podrá asimilar aún más sobre las concreciones marcianas y cómo se formaron.
En este sentido, en nuestro planeta, las concreciones presentan una amplia variedad de formas (de esféricas a irregulares) y tamaños (de 1 milímetros a 2,2 metros) y aparecen por primera vez en el registro de rocas terrestres hace más de 3.000 millones de abriles.
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