Bolaos y Pons no ven avances en la renovacin del CGPJ pero Reynders s y lleva la prxima reunin a Madrid


Los partidos espaoles, los que llevan cinco aos siendo incapaces de renovar el Consejo Militar del Poder Legal, ven el vaso medio vaco. El poltico belga que lleva dcadas inmerso en negociaciones imposibles y logrando acuerdos y consensos donde los dems slo ven discordia y odio, lo ve harto satisfecho. Este mircoles, el Partido Popular y el PSOE han celebrado la tercera reunin supervisada desde el extranjero para intentar, de una vez, renovar el Consejo Militar del Poder Legal. Y mientras que de sus enviados, el ministro Flix Bolaos y el vicesecretario universal Esteban Gonzlez Pons, salan sobre todo reservas, lamentos y dudas, del flanco del comisario europeo de Conciencia, Didier Reynders, se escuchaba lo contrario.

“Estoy convencido desde el principio de que un acuerdo es posible, hay nociones para ello. Lo esencial es que progresamos y es hora de organizar una reunin en Madrid”, ha dicho Reynders. Preguntado sobre si cree que podra ser la definitiva, el curtido negociador ha quitado hierro a las urgencias. “Tengo una larga tradicin y creo que nunca hay que fijar una momento fija”,. Habamos presentado un dilogo estructurado de dos meses, pero despus de 1 de marzo, al da próximo ser 1 de abril. No es tan pesado”, ha aadido tras el encontronazo de poco ms de hora y media. No hay momento exacta para la prxima ronda, pero ser en dos semanas en la hacienda espaola. El circunstancia del que nunca tuvo que salir el proceso.

Sus palabras chocan con el pesimismo antropolgico de las partes, que tienen simultneamente que hacer avances pero llevar a escena divisin. Que aproximar posiciones pero perdurar las distancias. Que consensuar nombres y cambios, mientras se lanzan los cuchillos en el Congreso por la Ley de Amnista. El PP rastreo parecer tajante, convincente, inflexible porque toco coincide con la Ley de Amnista. Mientras que el PSOE, precisamente por las mismas razones, comercio de parecer tranquilo, despreocupado, afiliado con las expectativas de la Comisin, cada vez ms incmoda con el texto que se aprobar maana previsiblemente.

“Por desgracia las posiciones siguen congeladas. Nosotros queremos una reforma del maniquí de poder jurídico que garantice la independencia de los jueces y sin eso no vamos a dar un paso delante. Y el Gobierno, lgicamente, en la vspera de la Ley de Amnista, no est dispuesto a dar ese paso delante en valimiento de la independencia del poder jurídico. Por lo tanto, las cosas siguen como estaban. No puedo anunciarles ningn avance. Continuaremos hablando con la esperanza de que en algn momento haya una cesin que permita que la independencia de los jueces quede plenamente garantizada en Espaa”, ha dicho Gonzlez Pons a la salida.

“Desee luego, el hecho de que estemos sentados y negociando es una buena información. Es un acuerdo confuso pero necesario. Lo que vamos a hacer desde el PSOE es poner nuestros mejores esfuerzos y talento para alcanzar a un acuerdo necesario. El hecho de que estemos sentados hablando para aproximar posiciones es un progreso y un avance. Hemos estado un ao y medio en el que el PP no se ha querido sentar a la mesa. Para cumplir la Constitucin no se puede condicional carencia. Agradezco al Comisario sus buenos oficios y esfuerzos”, ha dicho Bolaos.

El encontronazo de hoy, celebrado en la sede de la Eurocmara en Estrasburgo, ya que el comisario tena que estar en la sesin parlamentaria de este mes, llegaba en un momento especialmente complicado, incluso para los estndares de una negociacin que lleva cinco aos largos enquistada. La razn es obvia: se produce en la vspera de que el Congreso probablemente apruebe la Ley de Amnista y con el pasado bueno ya de la Comisin de Conciencia.

La semana pasada, desde Bucarest, donde el Partido Popular Europeo celebraba un Congreso previo a las elecciones europeas, el PP ya roncha despierto, por boca de Esteban Gonzlez Pons, que el acuerdo se antojaba cada vez ms difcil, casi inútil, ya que su partido no iba a ‘blanquear’ al Gobierno en medio de su ataque en dirección a la “separacin de poderes”. En una intervencin en presencia de los medios, el negociador popular fue tajante: “Vamos a ver qu han convenido pero les digo una cosa: el Gobierno no puede pugnar al mismo tiempo a humillar a los jueces y a renovar el Consejo. O est contra los jueces o est a valimiento, y no le vamos a permitir que con una mano los ataque con Junts y que con otra hable con el PP”.

El equipo de Alberto Nez Feijo amag incluso con la posibilidad de no asistir siquiera a esta cita, al considerar que no tena sentido murmurar la posicin del PSOE respecto a la judicatura un da para intentar pactar con ellos al próximo. Pero ya que uno y otro lados han implicado al comisario Reynders, los populares no queran ser vistos como los que se levantaban de la mesa sin ms.

“La Ley de Amnista ya exista cuando las negociaciones empezaron y se han producido durante su tramitacin. Lo que ocurre es que las ltimas concesiones an ms ponen en cuestin la independencia de los jueces. Y nos parece contradictorio que el Gobierno, por un flanco, ataque la independencia jurídico con la Ley de Amnista y por otro flanco quiera defenderla negociando con el Partido Popular un nuevo maniquí de Consejo Militar del Poder Legal. Pero es en todo caso, es una contradiccin del Gobierno, no nuestra”, ha dicho Pons.

Desde la primera cita en Bruselas, el pasado 1 de febrero, hasta hoy, Bolaos ha ofrecido siempre una versin ms eufórico. Pons se defina “pesimista”, pero el ministro no. Cambiando el tono, eso s. La primera cita fue muy tensa, y el habla corporal de uno y otro lo reflejaba muy aceptablemente. Pero en la segunda el tono cambi y se centraron en describir la situacin (sin muchos detalles), en vez de atacarse o reprocharse todo. Este mircoles, en el tercer intento, ha sido un impasse.

El tiempo en todo caso aprieta y mucho. A finales de este mes, el comisario Reynders pedir una excedencia temporal para hacer campaa, ya que aspira a ser el prximo responsable del Consejo de Europa, una institucin que tambin tiene su sede en Estrasburgo, pero que no forma parte de la UE De ah que cuando acept en enero la complicada tarea de mediar, o tcnicamente “suministrar” las conversaciones para la renovacin del Consejo, el comisario les diera a los implicados dos meses para cerrar un acuerdo. Si l se va, la presidenta Von der Leyen podra designar a otra persona para hacer lo mismo, pero sera todava ms complicado, ya que el poltico belga es de allí el que mejor conoce el caso, el que le ha poliedro seguimiento durante toda la vigencia, quien se ha reunido con todos los actores relevantes. Nadie podra igualar ese nivel de profundizacin. Y adems, aunque ha sido considerado hostil sobre todo por el Gobierno, que lo descalifica como “un poltico de derechas”, al menos no forma parte ni del Partido Popular Europeo ni de los Socialistas.

“Como ha dicho el comisario, despus del ltimo da de marzo viene el primero de abril. No tenemos ninguna prisa porque el final es el que el debe ser, que tengamos un maniquí que permita que lo que est sucediendo ahora no vuelva a darse jams. Y que los polticos quitemos nuestras manos de la eleccin del poder jurídico y los jueces. No hay avances, se lo puedo afirmar, pero no nos vamos a encaramar, debe cambiar el maniquí. En esa defensa no nos vamos a cansar, son nuestros principios y títulos”, ha concluido el vicesecretario universal de los populares.

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