“Nos gustaría volver a la vida de antes”


Cuatro primaveras pasaron desde que se inició el primer confinamiento por el coronavirus. Posteriormente de todo ese tiempo parece que todo ha terminado, pero la verdad es que muchas personas siguen contrayendo esta patología en la contemporaneidad y algunos nunca se curaron del todo. El síndrome del covid persistente existe y el concepto “vieja normalidad” sigue formando parte de la vida de estos enfermos, como un anhelo futuro.

Problemas respiratorios, ginecológicos y neuronales son algunos ejemplos que afectan a la vida diaria de 70.000 personas en Galicia, sin posibilidad de cura.  

Para dar visibilidad a todo esto, se celebró ayer una charla coloquio titulada “Poñéndolle cara ao Síndrome Post-Covid”.  Un evento organizado por la Dispositivo multidisciplinar Post-covid del campo de acción sanitaria de Ourense, Verín y O Barco de Valdeorras, adjunto con la Asociación Galega de Covid Persistente (Asgacop). 

La propuesta tenía como objetivo reunir a los afectados para que contaran sus historias de lucha diaria. “Para nós isto é moi importante, xa que é a forma de darnos visibilidade. Téñennos abandoados. Rematou a  parte máis agresiva da covid e con ela, nós. Pero seguimos aí e somos a pandemia do covid persistente”, indicó una de las afectadas, Rita de Estanque Álvarez. 

Casos

Algunos de los enfermos de covid persistente presentes en la charla de ayer
Algunos de los enfermos de covid persistente presentes en la charla de ayer

Rita de Estanque Álvarez  era cocinera en un restaurante en el que tenía ilusiones de futuro, pero en el momento que dio positivo supo que su vida “ía  cambiar para sempre”.  Para esta enferma de covid persistente,  todo comenzó con síntomas simples de resfriado. Sin incautación, “a pesar dos tratamentos cada día ía a peor”.  

Muchos enseres del síndrome post-covid son la dificultad a múltiples niveles, pero además la pérdida de capacidades pulmonares, neuronales, de memoria o dolor muscular, entre otros. Así pues, lo que todos los pacientes tienen en popular es la incapacidad de retornar a sus trabajos, tener vida social o, en militar “recuperar su antigua normalidad”.  

Pablo Enríquez expresa que “somos muchos y todos abarcamos muchas y diferentes secuelas”. En su caso, los enseres más visibles son pulmonares y de memoria: “Antiguamente hablaba cuatro idiomas. Ahora aprendo a escribir de nuevo y me bajo en blanco al musitar”.

La charla tuvo una parte de contar historias de vida, hacer preguntas y de peticiones. Los pacientes desean “decano empatía social, más ayuda psicológica y más estudios para advertir una cura”. Sin incautación, muchos de los síntomas aún “no tienen explicación”. La sesión acabó rodeando de las 14,00 horas con emotivos agradecimientos y mensajes de esperanza entre profesionales sanitarios y pacientes.

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