Y la película hubiera comenzado con esos tiros libres de Justin Turner, anota el primero (78-81), para el segundo convenir el balón suspendido sobre el aro, parando el corazón de muchos ourensanos que seguían el partido por televisión y permitir una última opción al Castellón que desbarata, con una sobresaliente recuperación, Kacinas. Y es que el resultado valía su peso en oro. No tanto porque permite al conjunto ourensano seguir codeándose con los más ricos de la Venda, que igualmente, si no por cuanto le aleja del peligro, a la vez que sumerge al Castellón en un acongoje clasificatorio del que le va ser muy difícil salir.
Para ello, fue esencial, no obstante, el examen de defensa ourensano. Con un big four (Turner/Kacinas/Jawara/Radic) este postrer determinante con sus errores y aciertos en el “clutch”, capaz de resistir, cuando menos, a pelear por ser ese noveno equipo que dispute el playo off. La verdad es que los seguidores del COB vivieron una indeterminación de emociones fuertes y altibajos.
Por aquello de corresponderle el trabajo menos obligado y siempre en el interior del buen tono normal en defensa, perfectamente se podría asegurar que Kacinas puso el alma -formando, en este sentido, con Radic una dupla que ya es seña del COB- y sus compañeros la fe. La que quizá le error delante los importantes, mediatizado por sus propias limitaciones, pero le sobra delante los parejos de la competición. No es inferior, más perfectamente todo lo contrario, a quienes le siguen en la tabla.
Ahora perfectamente se podría asegurar que Felix Alonso tenía un plan, “si defendemos siempre competiremos” y no le error razón. Porque esfuerzo, concentración, es el gran heroína de batalla para determinar la fiabilidad del plantel.