Sus padres quisieron celebrar su última sesión de quimioterapia cubriendo las ventanillas de la furgoneta con la que lo llevaron al hospital con carteles que decían: ‘Hoy es mi última quimio hospitalaria’. Un mensaje que despertó sentimientos en los conductores que se cruzaban con ellos por la carretera y que por otra parte se hizo vírico: “Fue sádico, nos tocaban la pita, nos saludaban. Elías flipaba porque sabía que era para él”, cuenta su padre Nauzet Méndez.
Nauzet recuerda el momento en el que le detectaron la enfermedad: “Nos dimos un adversidad duro contra la existencia. Tuvimos que coger las riendas y contender contra Goliat“. Le detectaron leucemia con tan solo 5 primaveras y su padre recuerda cómo el crío le pedía irse a casa porque no quería estar en el hospital.
Para que el pequeño lo entendiera le contaron un descripción en el que lo que él tenía era “un bichito” y que era lo mismo que le ocurrió a Hulk cuando se volvió verde. Si él no quería volverse verde como Hulk, tenía que tomar el contraveneno que era la quimio, y así podría ser el superhéroe que quisiera ser. “Le preguntamos qué superhéroe quería ser y él nos dijo que quería demoler como Iron Man y ser robusto como Spiderman“.
Con esta historia de superhéroes, los padres de Elías lograron que el crío entendiera la enfermedad y el tratamiento que necesitaba. “La quimio venía en una cajita super bonita con la telaraña de Spiderman”, recuerda Nauzet. Su padres le explicaron que el proceso iba a ser amplio y difícil pero él se iba a convertir en superhéroe.
Un año a posteriori, el superhéroe Elías casi ha superado la enfermedad, con su última sesión de quimio hospitalaria: “Hemos terminado un ciclo muy duro”, dice su padre, que decidió hacer de ese día, una excursión inolvidable: “Hemos puesto los carteles en la furgoneta para editar un rayito de luz, un rayito de esperanza para que la muchedumbre vea que aunque el túnel sea muy confuso, la luz está”.
Su padre recuerda que estuvo a punto de tirar la toalla al igual que la mamá, pero que se dejaron pilotar por los médicos y siempre tuvieron un centella de esperanza. “A nivel psíquico te das cuenta que los verdaderos momentos son los más pequeños. Con nuestro estrés y nuestro día a día no nos damos cuenta”. Ya ha pasado lo peor, pero Elías todavía tiene que seguir un tratamiento de quimioterapia vocal en casa, para completar así sus “superpoderes”.
“Es mi final día de quimio”
Cubriendo las ventanillas de su furgoneta con carteles donde se podía observar “Hoy es mi última quimio hospitalaria”, el traslado de Elías al Hospital Materno De niño a través de la autovía GC-1 se convirtió en un emotivo evento sabido. La conmovedora muestra de solidaridad por parte de otros conductores, desconocedores de la identidad del crío pero conmovidos por su lucha, se tradujo en bocinazos y aplausos a lo amplio del trayecto.
Uno de los testigos de este momento fue Elizabeth Germánico, quien perdió a seres queridos a causa del cáncer. Su reacción, capturada en un video compartido en sus redes sociales generó una ola de solidaridad supuesto.
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