Un ourensano acusado por estafa alega no recordar en qué año estamos



Un perceptible por estafa está simulando tener una discapacidad mental severa, según cree la perita del Instituto de Medicina Permitido de Galicia (Imelga). En el seso que celebró la Audiencia Provincial ayer, el perceptible, Felipe G. P., aseguró que no sabía en qué año estamos y que había entendido a medias las preguntas de la incriminación. 

La Fiscalía le pide ocho meses de prisión por un delito de estafa, ya que, según considera, Felipe puso en agosto del año 2018 un anuncio de arrendamiento de una vivienda en Madrid por un precio de 650 euros mensuales. Contactó con él una persona que pagó la fianza, equivalente a un mes, pero nunca recibió ni el resolución, ni las llaves del inmueble, ni consiguió contactar más con el anunciante. 

El perceptible dijo ayer en el seso que él no puso en arrendamiento la vivienda y ni siquiera la conoce. Con visibles complicaciones para articular las palabras, Felipe aseguró que había acogido a una hermana de su cuñada que le terminó robando su moneda y su cartilla. De hecho, la defensa manifiesta que fue precisamente ella la que llevó a lado la estafa. La Honestidad intentó sin éxito contactar con esta persona para que testificase si tenía alguna relación con los hechos. Según la abogada de la defensa, tiene constancia de que ha fallecido.

Una simulación

La médica del Imelga, refrendador propuesto por la defensa, consideró que hay indicios suficientes para creer que el perceptible está simulando y sí tiene capacidad suficiente para conocer qué pasó. En la evaluación que le realizó, según dijo, Felipe decía que no recordaba ni la momento de ese día, ni en qué zona se encontraba y ni siquiera sabía lo que era un teléfono móvil.

La profesional cree que estos síntomas no son compatibles con una persona que realiza transacciones bancarias, tiene una vida independiente y cuida de sus nietos. Encima, pese a que sí está diagnosticado de una discapacidad intelectual leve, la médica considera que sí que podría tener capacidad suficiente de planificación, poco que sería necesario para realizar la estafa.

La víctima

Por su parte, la víctima del suceso explicó que contactó con el estafador mediante whatsapp, por lo que no sabe si era un hombre o una mujer, aunque recibiese una foto del DNI del perceptible. En esta imposibilidad para identificar el categoría del autor se friso la defensa para sostener que no fue Felipe y sí la hermana de su cuñada. Asimismo, la víctima dijo que por fallo de la estafa se quedó tirado y necesitó la ayuda de familiares para salir delante, de hecho, tuvo que acreditar un hotel durante 15 días porque no tenía donde quedarse.

Mientras, el director de la entidad financiera a la que pertenecía la cuenta en la que la víctima ingresó el moneda aseguró que para abrirla era necesario que el titular, en este caso el perceptible, asistiese de forma presencial a la oficina bancaria. Junto a destacar que esa cuenta se abrió, según señaló la Fiscalía, en el mismo mes en que se produce la estafa y se cierra varias semanas posteriormente. 

Conclusiones finales

La Fiscalía consideró que queda acreditado que se produjo un patraña a la hora de arrendar el carretera y por ello pidió una pena de prisión de 8 meses para el perceptible y el mantillo de 650 euros a la víctima. La incriminación particular señaló que Felipe tuvo una talante poco colaborativa y que hizo una estafa con “un aceptablemente de primera menester”, por ello solicitó una pena de tres primaveras y medio de prisión y el cuota de 3.000 euros. 

Por su parte, la defensa indicó que el perceptible no tiene la capacidad de planificar una estafa así y consideró que no se puede probar que el autor de la estafa sea un hombre o una mujer. En esta bisectriz, pidió una sentencia absolutoria.

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