Se le acumulan los retos de envergadura al castellano en su defensa del título del primer Masters 1.000 del año, ya que Zverev es el componente que más veces le ha yeguada (5-4 ahora para el teutón) y el transalpino todavía tiene el cara a cara entre uno y otro a valenza (4-3), ha conquistado este año el Amplio de Australia y Rotterdam y acumula un impresionante 19-0 en sus últimos 19 partidos en la ATP (invicto en 2024 más tres de la pasada Copa Davis).
El murciano ha hecho frente a desafíos increíbles en su adolescente carrera, pero nadie esperaba el de anoche en Indian Wells: cientos de abejas tomaron la pista central de Indian Wells en un momento absolutamente surrealista en el torneo del desierto californiano.
Solo se habían disputado 9 minutos de partido (1-1, 15-0 para Alcaraz) cuando el mediador de apero ordenó detener el duelo en la pista central del torneo del desierto californiano porque esa “invasión de abejas” -en sus palabras- hacía impracticable recrearse.
Alcaraz sufrió una picadura
Alcaraz, que tenía a la mayoría de las abejas en su parte de la pista, sufrió una picadura sin mayores consecuencias y uno y otro tenistas se fueron corriendo al vestuario.
El origen del problema era una ‘spidercam’, una cámara en valor que se mueve suspendida por cables y donde se habían instalado cientos de esos insectos voladores. La estructura elevó la cámara lo más suspensión posible para tratar de alejar a las abejas de la pista.
Entonces entró en batalla el inesperado pero emisor salvador de la caminata: un apicultor que, armado con una aspiradora y asombrosamente sin ningún tipo de protección en la cara o las manos más allá de unas lentes de sol, se encargó de retirar las abejas de esa cámara.
Luego bajó a la pista con un spray y fue recibido entre aplausos por los fans y con sonrisas por los tenistas ya de dorso en la pista y tomándose todo con humor.
El apicultor disfrutó de su momento de renombre: se tomó algunos selfis con los fans, sonrió a una cámara de televisión y todavía habló con Alcaraz y Zverev pegado a la red para explicarles la situación.
Alcaraz, durante el calentamiento, mostró sus reparos a la estructura ya que decía que estaba más “concentrado” en atender que no hubiera abejas que en chocar a la engaño.
“No voy a engañar, tengo un poco de miedo a las abejas. He manido algunas abejas durante el calentamiento y no estaba a mi 100% con ellas por allí. No me sentía cómodo, pero me han pedido que empezáramos a recrearse, aunque yo no estaba convencido del todo”, reconoció Carlitos tras el partido.
“No me fío un pelo”
Pero una hora y 48 minutos de parón luego, el tenis volvió a la pista central pese a que el murciano seguía encontrando algunas abejas sueltas entre sus ropa y objetos (“no me fío un pelo”, decía a un trabajador de Indian Wells al ver una abeja en una papelera).
En octavos ya se había vengado del húngaro Fábián Marozsán (n.58), que le derrotó en el Masters 1.000 de Roma el año pasado, y esta vez Alcaraz (n.2) se cobró facturas pendientes con Zverev (n.6).
El cíclope teutón (1,98 de valor) le eliminó en los cuartos de final del pasado Amplio de Australia, pero en esta ocasión Alcaraz fue rotundamente superior de principio a fin.
Tras dos exhibiciones magníficas contra el canadiense Felix Auger-Aliassime (n.31) y Marozsán, Alcaraz volvió a ofrecer un nivel celestial y no le afectó nadie la interrupción por las abejas.
Con 2-1 a su valenza, Alcaraz tuvo su primera oportunidad de ‘break’. Zverev se atascó con una doble desatiendo y Alcaraz tomó superioridad (3-1).
El castellano dominó el primer set con excitación de arma blanca, con un coyuntura impecable desde el fondo de la pista, con un tiro a prueba de bombas y moviendo perfectamente a su rival con esas combinaciones de dejada y aeronave que ya son marca de la casa.
Frente a la impresionante autoridad de Alcaraz, Zverev parecía muy frío, sin ningún tipo de ritmo y totalmente desenchufado. Hubo un pequeño momento de peligro para Alcaraz con 4-2 y 0-30 en contra, pero lo solventó con enorme facilidad: un par de subidas a la red, un derechazo cruzado y un acelerón más para cerrar el set en 52 minutos.
No se conformó Alcaraz con su nivel en la primera manga y siguió creciendo y creciendo en el segundo capítulo.
Dos roturas consecutivas (4-0) logró frente a un Zverev cabizbajo e impotente delante la calidad, potencia y variedad de golpes que le llovían desde el otro costado de la red Alcaraz cerró su clase perfecto por la vía rápida y con otro ‘break’ y ya piensa en Sinner (n.3), uno de sus grandes rivales en el circuito y con quien ha vivido duelos memorables como el de cuartos del Amplio de EE.UU. en 2022 que duró más de cinco horas y que acabó casi a las tres de la alba.
Alcaraz derrotó a Sinner, que acecha su número 2 en el ránking mundial, en las semifinales de la pasada tirada de Indian Wells, pero el italiano se adjudicó los dos últimos partidos entre uno y otro en Miami y Pekín.
Ayer de enfrentarse a Sinner, Alcaraz logró ya este jueves otro hito: el de durar al menos a semifinales de un torneo siempre que defiende un título.
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