El casco, adulterado con el nombre de HaloTech, mide las ondas cerebrales y podrá conseguir la detección temprana de patrones peligrosos, la predicción de incidentes y el disección del comportamiento del trabajador.
La forma de compendiar esa información es a través de un dispositivo que se coloca sobre la capital. El resultado se traduce en algoritmos de educación mecánico que generan informes en tiempo auténtico y mapas de calor.
De momento han desarrollado tres modalidades de casco para diferentes las industrias: Luminosidad 1, Luminosidad 2 y Luminosidad 3. “Hay tres modelos distintos de dispositivo porque la norma para cada industria varía”, aclara el fundador.
- Luminosidad 1 es un casco muy similar al de una biciclo, con una luz trasera incorporada, y destinado a los operarios de recogida de basuras. Este maniquí ya está validado tras tener pasado las pruebas con compañías como Acciona, FCC o Sacyr.
- Luminosidad 2 es una diadema que se acopla a los cascos que cumplen con la norma de la industria minera. Se engancha a un casco ordinario y lo convierte en inteligente. Las primeras pruebas de este maniquí comenzarán en Pimiento durante el mes de junio con la compañía minera BHP y se llevarán a extremo a 1.500 metros de profundidad.
- Luminosidad 3 es el maniquí más “controvertido” de todos, según palabras del propio Marín. Es un dispositivo que mide ondas cerebrales, de forma que es capaz de detectar sofocación o cansancio, que son los motivos del 90% de los accidentes laborales. No será hasta el zaguero trimestre del año cuando se esperan realizar los primeros pilotos con este maniquí.
Todos ellos tienen en popular un rama SOS que puede pulsarse en el caso de que el empleado quiera ser atendido frente a cualquier molestia y recogen datos sobre la temperatura bullicio, la corporal, la calidad del salero o el nivel de decibelios.
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