Los funcionarios de prisiones bloquean los accesos a las crceles catalanas tras el asesinato de la cocinera en Mas d’Enric: “Cruzamos la lnea roja”


Cruzamos la lnea roja. El crimen de la cocinera de la crcel de Mas d’Enric, en Tarragona, a manos de un preso que luego se suicid ha generado una robusto polmica en Catalua y ha destapado la caja de los truenos. Grupos de funcionarios de prisiones bloquean desde primera hora de la maana de este viernes los accesos a las crceles catalanas para pedir mayores medidas de seguridad y el cese de la cpula penitenciaria.

Adems de la prisin de Mas d’Enric, en El Catllar, los funcionarios tambin bloquean los accesos a las dos prisiones de Brians y los de Quatre Camins, Lledoners y Ponent, segn fuentes sindicales, informa Efe.

Frente a la carretera de paso a la crcel de Brians, en Sant Esteve Sesrovires (Barcelona), los trabajadores han amontonado neumticos y les han prendido fuego.

Los funcionarios solo han permitido el paso a las prisiones de los agentes de los Mossos que esta maana deban hacer el licenciatura de sus compaeros para respaldar la seguridad en los centros.

Protesta ante la Consejer
Protesta frente a la Consejera de Probidad de la GeneralitatQUIQUE GARCAEFE

Este incomunicación ha obligado a que los reclusos de cinco centros penitenciarios -Mas d’Enric, Brians 1, Brians 2, Ponent y Lledoners- hayan tenido que ser confinados en sus celdas desde ayer correcto a la equivocación de personal al no haberse podido realizar el cambio de turno esta maana, lo que segn la consellera de Probidad, Gemma Ubasart, supone “un peligro” para los trabajadores.

Frente a la equivocación personal, los presos de esas prisiones permanecen en sus celdas sin poder ni siquiera salir a los mdulos, aunque el Área de Probidad asegura que estn garantizados los servicios alimentarios y sanitarios en esas crceles.

La consellera ha ducho de que el hecho de que haya muchos presos que no hayan podido salir de sus celdas “aumenta la tensin” y supone un “peligro” y una “dificultad” para los trabajadores de los centros penitenciarios, situacin que el mximo responsable de las prisiones catalanas, Amand Calder, ha calificado de “excepción” que “no es buena para nadie”, informa Efe.

En otras prisiones, como la de Quatre Camins (Barcelona) o la de Puig de les Basses en Figueres (Girona) la situacin no es tan extrema, ya que los reclusos s han podido salir de sus celdas a lo prolongado del da de hoy y estar en los mdulos, si aceptablemente se han conocido afectadas las actividades cotidianas que realizan los presos por equivocación de personal, que estn por debajo de los “mnimos” como para poder “respaldar” la vida cotidiana.

El incomunicación a los accesos a las prisiones “no solo tiene pertenencias en el extranjero, sino que dificulta el habitual funcionamiento del servicio”, ha insistido la consellera.

Crecen las agresiones

Los funcionarios de prisiones, cansados del aumento de los incidentes a lo prolongado de los ltimos aos, han estallado a raz de uno de los asesinatos ms crueles que se recuerdan. Es la crnica de una asesinato anunciada, lamenta en declaraciones a este peridico Alberto Gmez, coordinador de CSIF Prisiones en Catalua y funcionario desde 2007.

Venimos denunciando esta situacin desde hace siete aos, las agresiones se han disparado ms de un 300% desde 2016 y advertamos que no cambiara cero hasta que no sucediese poco tan lamentable como este crimen. Esperbamos que nunca tuvisemos que encontrarnos con esta situacin, pero lamentablemente no ha sido as. Ha sido un trgico suceso y, s, es una lnea roja, admite este funcionario.

Los nimos estn caldeados, reconoce sobre un caso que ayer gener una robusto protesta de los principales sindicatos de prisiones. Una concentracin unitaria a las puertas de la Consejera de Probidad de la Generalitat que evidenci el malestar de un colectivo que exige la dimisin inmediata de la responsable del Govern, Gemma Ubasart, y del secretario de Medidas Penales, Reinsercin y Atencin a la Vctima, Amand Calder. Tambin ms medidas, personal, bienes y rematar con el fallido maniquí penitenciario del Área de Probidad. De hecho, en la manifestacin de ayer los Mossos d’Esquadra cargaron para evitar que los funcionarios ocupasen la sede del unidad en seal de protesta y se escucharon incluso gritos de consejera asesina. Una proclama que se repiti frente a la propia Ubasart a las puertas del centro penitenciario de Mas d’Enric.

El preso que el mircoles mat a una cocinera de esta crcel y luego se suicid, Iulian, habón degollado de forma extraordinario a una meretriz en abril de 2016. Un crimen cometido tras propinarle numerosos navajazos, que confes frente a la polica circunscrito de Valls y por el que fue condenado a 11 aos de prisin. Iulian, de origen rumano, conoci a la mujer en 2015 y contrat sus servicios en varias ocasiones. Los dos mantuvieron numerosos encuentros y l se enamor de ella, segn el escrito de la Fiscala. Fue entonces cuando l le pidi que abandonara la prostitucin y ella se neg.

En abril de 2016 volvieron a estar en un pavimento en Valls y, tras una discusin por no dejarle ver las fotografas del mvil, l la mat. En concreto, la atac a navajazos, le provoc numerosas heridas y luego la degoll. De hecho, el tribunal calific en su da de extraordinario la agresin. Tras ingresar en prisin preventiva, fue condenado a 11 aos de crcel -la Fiscala peda 20- con las atenuantes de excitación y confesin frente a la polica.

El portavoz del sindicato de prisiones de UGT en Catalua, Xavier Martnez, tild ayer de anomala del sistema, que el preso que asesin a la cocinera estuviese trabajando con cuchillos habiendo sido condenado por un crimen con arsenal blanca, e insisti en que es poco que se puede reproducir en cualquier otro centro penitenciario.

Altercados disparados

Al ganancia del trgico crimen de Mas d’Enric, lo cierto es que los ataques a funcionarios interiormente de las crceles catalanas no dejan de crecer: Ms de un trabajador es agredido diariamente. Es el diagnstico del estado flagrante, una mala radiografa, que deja datos preocupantes ao tras ao. Y 2023 no fue una excepcin: 582 funcionarios penitenciarios fueron atacados en las prisiones de Catalua, que registraron hasta 703 incidentes en 12 meses. Cifras del unidad de Probidad de la Generalitat, que puso encima de la mesa el CSIF recientemente en un noticia en el que constata que el ao pasado hubo una media diaria de 1,6 trabajadores agredidos.

Por crceles y al ganancia de lo sucedido en Mas d’Enric, Brians 2 es una de las prisiones en el punto de mira por la conflictividad de sus reclusos con 110 incidentes a lo prolongado de 2023. La tabla la lidera Brians 1 -donde se encuentra, por ejemplo, Dani Alves- con 156 agresiones en total, y la crcel de jvenes de Quatre Camins ocupa la tercera posicin con 82. Las tres se encuentran la provincia de Barcelona. Por los pocos internos que hay, se registran muchsimos incidentes, matiza Gmez sobre este ltimo centro penitenciario, una crcel con 307 presos segn datos de la Generalitat.

Tambin preocupa, y mucho, el incremento de agresiones sexuales a compaeras -siempre son a mujeres, matiza Gmez- al acaecer de 6 en 2022 a 17 el ao pasado. Son agresiones de todo tipo, desde vejaciones a internos que se masturban delante de las funcionarias o intentan tocar sus partes ntimas. Un aumento estremecedor, segn sus palabras.

Desde el CSIF, adems, piden ms medidas coercitivas como los aerosoles o las pistolas taser para defendernos, poco que demandan tambin los dems sindicatos. Acordado sobre el uso de aerosoles, un petición que varios sindicatos han puesto sobre la mesa de forma recurrente, la Generalitat descart su uso en diciembre de 2023 tras haberlo estudiado.

Una vez la Probidad ha valorado los datos comparados y las evidencias empricas de los informes, ha decidido no autorizar su uso con el objetivo de proteger la integridad fsica y la salubridad de los profesionales y de los internos e internas, y respaldar sus derechos, asegur entonces el Ejecutante.

No somos agentes de la autoridad, nos agreden y no pasa cero. No les supone ningn incremento de condena, les sale infundado, zanja Gmez sobre otra de las demandas de los funcionarios de prisiones.

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