Por fortuna, el incidente no ha causado ni daños personales, ni materiales. El avión aterrizó de forma segura en el aeropuerto de Medford con sus 139 pasajeros y 6 tripulantes sanos y salvos. No obstante, la Despacho Federal de Aviación (FAA) en una inspección posterior al aterrizaje reveló que al avión le faltaba un panel.
La multinacional no ha querido hacer declaraciones y ha derivado todas ellas a la aerolínea. Por su parte, United Airlines ha comunicado que no activaron ninguna emergencia porque no tuvieron indicios de ningún daño durante el planeo. “Realizaremos un examen íntegro del avión y realizaremos todas las reparaciones necesarias ayer de que vuelva al servicio”, ha confirmado la aerolínea.
La avión que procedía de San Francisco provocó que se cortara el tráfico del aeropuerto de Oregón durante unos minutos para despabilarse el panel, sin confiscación, este no apareció. La avión de 25 abriles de caducidad, según registros de FAA, fue entregado originalmente a Continental Airlines en diciembre de 1998, aerolínea que luego se fusionó con United Airlines en 2012.
Un nuevo altercado
A principios de este año, fueron sorprendentes las imágenes de un avión Boeing, operado por Alaska Airlines, que perdió una ventana en pleno planeo. El avión, con 171 pasajeros a borde, tuvo que efectuar un aterrizaje de emergencia en Oregón, a posteriori de que una ventana y un trozo de fuselaje salieran despedidos.
Escasamente unas semanas a posteriori se produjo un nuevo de montaña de un Boeing. Al poco tiempo de extraer, un avión de la compañía Atlas tuvo que aterrizar de emergencia en Miami a posteriori de que se incendiara un motor y empezara a arder. Pese a las impactantes imágenes, no hubo ningún herido.
Más recientemente, otro avión Boeing se vio obligado a aterrizar de emergencia en Los Ángeles, tras perder una de sus seis ruedas del tren de aterrizaje trasero al punto que segundos a posteriori de extraer. La caída de la rueda provocó daños materiales en varios vehículos estacionados en un parking del aeropuerto, pero no se lamentaron daños personales.
No supera el 40% de las pruebas
Hace unos días se agravó esta situación. El maniquí Boeing 737 MAX, el mismo que perdió una ventana en pleno planeo, no superó el 37% de las pruebas de seguridad a las que fue sometido. Un crónica publicado por la Trabazón Doméstico de Seguridad en el Transporte reveló que el panel no tenía instalados cuatro tornillos que eran secreto para sujetarlo.
Durante esos días, se conoció la asesinato de un exempleado de Boeing que denunció irregularidades y fallos de seguridad en estas aeronaves. John Barnett era extrabajador de la compañía que denunció en presencia de la equidad diversas irregularidades en la proceso de producción del maniquí 787 en la industria de North Charleston, en Estados Unidos.
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