Regalos con los que sorprender este Día del Padre


Se acerca el Día del Padre y muchos ya comienzan a preparar la celebración. Si aceptablemente este martes 19 de marzo, día de San José y Día del Padre, no es festivo en Ourense, los ourensanos se preparan para celebrar este data tan marcada a lo espacioso de esta semana o incluso esperan para el fin de para disfrutar del evento. Para aportar un detalle, muchos acuden a lo tradicional, pues con un dulce conquistas estómagos y corazones, y qué pastelería es más tradicional en Ourense que la confitería Miguel.

Tras más de 50 abriles al pie del cañón, Pili, de confitería Miguel, recuerda como ya desde los 10 abriles ayudaba a sus padres en el negocio. “San José antiguamente era el mejor día del año”, asegura recordando tiempos pasados, que, si aceptablemente a día de hoy continúa siendo una data de mucho trabajo, “no bajó a la porción pero casi casi”.

Uno de los principales motivos que provocó esta gran declinación fue que esta data dejase de ser festiva en Ourense. “Cuando coincide con un festivo vuelve a ser otra vez, no el de antiguamente, pero vuelve a ser un día fenómeno”.

Los dulces más típicos del Día del Padre

Muchas fechas tienen dulces típicos para la ocasión, como las orejas de Carnaval, los huesos de santo del Día de Todos los Santos o los turrones de Navidades. Sin incautación, el Día del Padre no tiene un dulce propio. Desde la confitería Miguel, nos afirman que “no hay poco representativo, lo que más lo que más, de toda la vida, son las tartas“. A errata de poco propio para la data, cada cliente escudriñamiento una tarta al gozo para celebrar la ocasión con familiares y amigos.

Si aceptablemente no hay nadie representativo, en la confitería Miguel ofrecen una amplia gradación de regalos personalizados para la data, como por ejemplo, una grafema “P” hecha con bombones o cestas que siguen la temática del día.

Reforma en la confitería Miguel

Confitería Miguel, calle Bedoya. Foto: Miguel Ángel.
Confitería Miguel, calle Bedoya. Foto: Miguel Querubín.

Tras más de 50 abriles al pie del cañón, la confitería Miguel ha tenido que lavarse la cara en más de una ocasión, este año, el primero tras tener cumplido las “bodas de oro”, ha tocado. Con una reforma en la frente que, adaptando muchas evacuación a los tiempos actuales, ha acabado apoyar la esencia del lugar. Luces led para defender el hucha energético, puertas automáticas y algún que otro detalle fueron los principales cambios que protagonizaron la obra que obligó al lugar a cerrar durante cinco días, un debido regalo de cumpleaños.

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