Con experiencia previa en hostelería -Diego regentaba un bar del mismo nombre en San Francisco en 2010-, los responsables del establecimiento son muy contentos con el resultado de su primer verano al frente de este nuevo negocio. “Parecía que agosto iba a ser tranquilo, pero la verdad es que estamos muy sorprendidos”. Y esperan que la tendencia continúe en los próximos meses.
Algunos productos ya han empezado a destacar en su carta., como la tosta de pulpo con queso local o el plato de solomillo en salsa de champiñones. Pero, sobre todo, sorprende a los clientes la abundancia de raciones que mantienen una muy buena relación calidad-precio.
Las puertas de El Desván abren todos los días a las 7:30 horas para recibir a los primeros clientes con un buen desayuno. Y les acompañan el resto del día en cada una de sus comidas. Es por eso, En la calle Valle Inclán, los ourensanos tienen un nuevo punto de referencia.