Sin retención, el sector del morapio representa el 1,4% del producto interior bruto (PIB) gallego y cuenta con un tejido empresarial “atomizado”, donde el 79% de las compañías son microempresas (teniendo en cuenta la muestra tomada en 2019 para el documentación). En cuanto a su forma jurídica, el 7% de las firmas son cooperativas.
En total, las actividades de viticultura, elaboración y comercialización de morapio suponen unos 890 millones de euros de Valencia Añadido Bruto (VAB) al año, de los cuales 484 millones son una contribución directa del sector, 208 son generados por otras actividades suministradoras del sector (comercio, energía, transporte, etc.) y 198 son de sorpresa inducido, según el estudio.
En Galicia, genera 15.900 empleos a tiempo completo, de los cuales el 55,5% son puestos de trabajos directos. Encima, el documentación apunta a la contribución positiva del sector a la romana de pagos, con un superávit comercial superior a los 50 millones de euros anuales. Los dos principales mercados de destino son Estados Unidos y Reino Unido, que concentran el 43,2% del total exportado.
Desde la OIVE afirman que con el documentación “se pone una vez más de manifiesto la importancia socioeconómica del sector vitivinicultor en España y en cada una de sus Comunidades Autónomas”.
La viticultura en Ourense
Según los datos publicados por la OIVE, Ourense es la segunda provincia de Galicia que más superficie cultivada tiene, siendo la primera Pontevedra. Sin retención, entre estas dos provincias juntas suman un 86,7% de la superficie cultivada total de la comunidad.
En cuanto a producción se refiere, Ourense todavía se lleva la medalla de plata con el 25,1% de las toneladas totales producidas en Galicia. A la cabecera se encuentra Pontevedra con el 63,6% del total producido.
Además en cuanto al número de exportadores regulares de productos vitivinícolas se refiere Pontevedra se sitúa a la cabecera con 115 en 2022, seguida por Ourense con 59
empresas.