Lo tradicional toro de fuego ha llenado las calles de gente y chispas esta noche Puebla de Sanabria (Zamora), que ha celebrado estos días las fiestas de Las Victorias. El toro se convierte en protagonista de la fiesta, lo que convierte a la población sanabresa en un polo de atracción para turistas y vecinos de la comarca.
Este particular espectáculo taurino se remonta a mediados del siglo XIX, cuando se construyó un gran armazón con forma de toro del que saltaban chispas y que deambulaba por la localidad en busca de sus ‘víctimas’.
En este encierro único, el Toro de Fuego, parte desde la Plaza de Armas y recorre la Rúa y la calle San Bernardo hasta la Plaza Mayor, para asistir al tremendo final, al que todos los participantes acuden protegidos de las chispas con Ropa vaquera o similar, gorra y gafas.
En este ardiente espectáculo, la adrenalina se apodera de cada uno de los sanabreses y visitantes debido al ruido constante y la lluvia de fuego en todas direcciones. Un grupo de jóvenes vestidos con monos rojos y camuflados entre los asistentes encienden aleatoriamente sus tridentesque se convierten en una manguera de fuego y relámpagos durante las carreras.
Los gigantes se convierten en lanzadores de fuego. Entonces, aparece un toro de fuego a toda velocidad para escupir una cascada de chispas a su paso. Para quienes no están alerta y protegidos, puede provocar pequeñas quemaduras que escuecen bastante.
Luego, la marea humana asciende hacia la plaza, donde se activan diferentes fuegos artificiales para finalizar con el Toro de Fuego, que hace su última descarga entre los camareros a gran velocidad. La fiesta finaliza con fuegos artificiales en la plaza, alrededor de la torre de la iglesia.