La investigación se inició tras la denuncia presentada por un ciudadano, quien afirmó haber encontrado escondido debajo de su vehículo un localizador GPS. La Guardia Civil ha explicado que el denunciante lo descubrió “por casualidad” al observar desperfectos en su vehículo mientras lo lavaba.
Los agentes lograron identificar al presunto autor, que resultó ser el jefe del denunciante. Ambos tuvo un conflicto laboral.
Falsificación y fraude documental
El empresario fue entonces detenido como presunto autor de un delito contra la intimidad. Además, se le imputan los delitos de falsedad documental, daños y estafa.
La imputación de dichos delitos se debe a haber obtenido y usó una tarjeta SIM de manera fraudulenta a nombre de una empresa de Zaragoza, que no tenía relación con los implicados y que sufrió gastos bancarios de los que no se habían dado cuenta.
Las diligencias practicadas y el detenido han sido puestos a disposición del Juzgado de Instrucción número 8 de Sevilla.