Diferencias entre yoga y pilates


El ritmo de vida agitado, la rutina angustioso y las largas jornadas de trabajo hacen que sea necesario practicar deporte o disciplinas que aporten calma y estabilidad a la mente y al cuerpo. Para obtener estos beneficios, las prácticas más solicitadas son las del yoga y el pilates.

En los últimos primaveras, el slowlife y las técnicas de mindfulness han supuesto que la población sea más consciente de la importancia de la lozanía, en común, y de la lozanía mental, en particular. Con estos nuevos estilos de vida, el yoga y el pilates se han puesto de moda, aunque sus orígenes se remontan siglos antes.

El yoga es una habilidad milenaria originaria de la India, en cambio el pilates surgió en el siglo XX como método de rehabilitación, llevado a angla por el tudesco Joseph Pilates.

Diferencias entre yoga y pilates

Aunque ambas disciplinas se llevan desarrollando durante primaveras y ya están presentes en la mayoría de gimnasios o centros deportivos, todavía gran parte de la población las confunde o piensan que son la misma habilidad. El objetivo de cada una de ellas es su principal diferencia: el pilates averiguación estirar, acorazar y equilibrar el cuerpo, mientras que el yoga persigue el vaivén entre cuerpo, mente y espíritu.

En yoga se realizan posturas estáticas, movimientos pausados al ritmo de la respiración. Se simulan figuras y se trabaja el nivelación, la flexibilidad y ‘el aquí y el ahora’. Al requerir de concentración y estar orientado a la anímico, con el yoga se puede combatir el estrés y alcanzar la laxitud mental y física.

La habilidad continuada del yoga puede aportar beneficios a la lozanía tales como el fortalecimiento del sistema inmunológico, la regulación de la presión arterial, el aumento de la concentración y la productividad y la progreso de la calidad del sueño, del transformación y del sistema digestivo.

En pilates los movimientos son más intensos y rápidos, no siguen una continuidad y se pueden realizar con diversos aparatos como mancuernas, balones de diversos tamaños, picas, aros, cintas o rodillos. Igualmente existe una disciplina de pilates que se realiza con máquinas que acompañan los movimientos.

Las ventajas de practicar pilates son múltiples tales como acorazar la musculatura, evitar las lesiones, mejorar la adscripción de la columna y la flexibilidad. Fortalece la parte central del cuerpo, toda la musculatura ventral y la que rodea la columna. Asimismo, es favorecedor para el suelo pélvico.

Lo preferible es practicar ambas disciplinas una o dos veces a la semana para obtener todos los beneficios en su totalidad y sostener mens sana in corpore sano.

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