La Universitat de València y el Observatorio Social de la Fundación la Caixa han estudiado las llamadas de emergencia relacionadas con el suicidio antiguamente y posteriormente de la pandemia, centrándose especialmente en los jóvenes y discriminando por índole. Ya durante el confinamiento los expertos avisaban de que ese aislamiento impuesto tendría consecuencias en la vigor mental de toda la población y en singular en la de los jóvenes.
En este noticia ahora publicado se señala que es “posible que el aislamiento social, la incertidumbre, el miedo a lo desconocido y otros aspectos psicológicos que acompañaron a esta crisis sanitaria afectara en decano medida a los menores de permanencia, que se encontraban en una etapa imprescindible de su mejora psicosocial” y pide “tener en cuenta el índole” porque el incremento de las llamadas de emergencias “ha sido especialmente inculpado en las chicas, hexaedro que las cifras se han triplicado en escasamente cuatro abriles”.
Si la media de llamadas mensuales relacionadas con el suicidio antiguamente de la pandemia era de 33 y de ellas 20 correspondían a chicas entre enero de 2018 y febrero de 2020. En los abriles estudiados estas peticiones de auxilio se triplicaron. Fijándonos en la permanencia entre los chicos las edades con las que más se llaman rondan los 17 abriles mientras que en el caso de las chicas la franja se sitúa entre los 14 y los 17 abriles.
Hay un segundo estudio en el que se analizan las llamadas de suicidio pero solo en la ciudad de Valencia y entre los abriles 2017 y 2022. El resultado es muy significativo registrando entre 3 y 5 caso al día, siendo en el 60% de las veces una mujer.
Adicionalmente se señala que se produjeron más llamadas de hombres desde hogares unipersonales y más llamadas de mujeres “desde entornos donde hay decano concentración de migrantes”. Se subraya igualmente el emoción estacional “con un pico de llamadas de mujeres durante la primavera y de hombres durante el verano”.
Otro estudio realizado por la Fundación Pfizer en colaboración con la FAD indica que los jóvenes se sienten más aislados socialmente posteriormente de la pandemia. Ya ahí se notificaron un aumento de pensamientos negativos como por ejemplo “creer que falta tiene arreglo”, “que nadie te tiene estima” e incluso, pensamientos suicidas.
En esta misma bisectriz, según el estudio ‘Vitalidad mental en la infancia’ realizado por la Dirección de AIJU, el Instituto Tecnológico de Producto Inmaduro y Ocio, entre el 30 y 45% de los niños y niñas españoles de entre 3 y 12 abriles han gastado afectada su vigor mental. Además señala que los estados de talante y las emociones desagradables o negativas han aumentado hasta un 40% y, como consecuencia, el 31% de ellos está más triste y el 57% más enfadado.
Síguenos en nuestro canal de WhatsApp y no te pierdas la última hora y toda la contemporaneidad de antena3noticias.com