¿Creéis que hay poco a posteriori de la homicidio?
Hablamos con un práctico, Manuel Martín-Loeches, catedrático de psicobiología y neurocientífico. Nos explica qué pasa en el cerebro cuando tenemos una experiencia cercana a la homicidio. Según él, las experiencias cercanas a la homicidio son como experiencias sensoriales, situaciones que ocurren en torno a una homicidio del cuerpo.
Manuel cuenta que las personas que lo experimentan se encuentran con un túnel donde al final hay luz o con seres de luz. Cuenta que son experiencias que de algún modo son agradables pero que en muchos casos además se pasa pánico, mucho miedo y además sensación de desazón.
“Yo vi mi propio cuerpo debajo tumbado y los médicos al contorno intentando reanimarme”
Comenta que las ECM se producen por la desatiendo de riego escarlata en algunos lugares, incluyendo el ojo, afirmando que esto podría explicar la existencia de “ese túnel umbroso”. Por otra parte cuenta que la punto de vista científica pesquisa entender cómo la fisiología del cerebro puede provocar estas “alucinaciones” o “imaginaciones”.
Hablamos con Juan Manuel, una persona que ha tenido una experiencia cercana a la homicidio y nos relata que él está convencido de que la homicidio no es el final. “Nosotros, la mayoría que hemos vivido una ECM, no tenemos la intención de convencer a nadie, simplemente lo tenemos como un gran regalo que hemos tenido en la vida, y lo que hacemos es compartirlo”.
Juan Manuel nos cuenta que todo fue a través de una meningitis en 1981, cuando él tenía 12 primaveras. A través de esa enfermedad, él estuvo nueve días en coma y en ese periodo de tiempo él tuvo su experiencia cercana a la homicidio. Su primera experiencia fue al entrar al hospital, que la define como una experiencia extracorpórea: “Yo me podía ver a mi mismo, fuera del cuerpo como si estuviera pegado en el techo, y me veía en la apero de ruedas”. Señala que había perdido el concomiendo. “No me identificaba con ese cuerpo”, alega y subraya que él en ese momento se encontraba proporcionadamente, a pesar de que había acudido a urgencias con mucho malestar. Sin requisa, cuenta que lo que más le afectó es lo que le pasó a continuación: “hay multitud que dice que ve un túnel, yo no lo presente pero sí presente que estuve en un plano, un sitio maravilloso, con naturaleza exuberante, unos colores que no he pasado en mi vida, una sensación de bienestar, de paz, de tranquilidad, sosiego…”. “Esa luz blanca me envolvió, una luz blanca que no deslumbra y que percibes un coito incondicional”, relata.
Por otra parte, el periodista Alonso Caparrós, entrevista a Luis Miguel, una persona que además ha tenido una experiencia cercana a la homicidio. Nos cuenta que en 2019 tuvo un ictus y que básicamente murió. “Ahí me inducen a un coma que dura mas de dos meses”, recuerda Luis Miguel, que además relata que durante ese coma, tuvo una sensación de ser resistente, poderoso, “mas vivo que nunca”. Al igual que otros testimonios, en este caso este hombre además pudo ver su cuerpo y adicionalmente alega que a pesar de estar solo se sentía “acompañado”. El equipo se planteó que no iba a retornar pero finalmente sí que lo hizo. Asegura que volvió gracias a una voz que escuchó que le decía que no era su momento y que, luego, tuvo que nominar entre seguir “ese camino precioso” o no hacerlo. Ahora Luis Miguel continúa su vida unido a su mujer y su hijo.