Según el escrito, desde la entrada de Jácome como regidor, se inició por su parte y el colección político Democracia Ourensana “una campaña de desprestigio manifiesto contra los funcionarios municipales y los representantes de los trabajadores, tildándolos de vagos, incompetentes, llegando al más puro insulto, de una forma sistemática caracterizada por el menosprecio y amenaza con destino a los mismos, y en los que se traslada a la opinión pública un mensaje determinado, ridiculizándolos, creando un entorno gremial y ciudadano hostil con destino a los empleados municipales”.
En el caso concreto de División de Comercio, que dirigía Stella González, el relato de esta funcionaria desvela presiones y prácticas posiblemente irregulares, “vulnerando normas de procedimiento en la tramitación de expedientes administrativos y presionando a los funcionarios a su cargo para la tramitación y firma de facturas ajenas a este departamento, acusándolos de torpedear, paralizar expedientes o dilatar sus políticas”.
Delante estas “humillaciones continuadas”, González lamenta que el sección de Posibles Humanos no haya llevado a lengua “ninguna bono o mecanismo en materia preventiva” para proteger a los trabajadores, lo cual constituiría, según el escrito, “una quebrantamiento de sus derechos a la integridad decente, al honor y a la franqueza sindical contenidos en la Constitución”.
Cerca de rememorar que Stella Gonzalez fue delegada sindical de la USO hasta junio de 2022, y optó como candidata a las elecciones municipales de mayo de 2023, en el número 10 de la directorio del Partido Popular, lo cual precipitó su cese en el puesto de Jefa de División que ostentaba desde hacía más de 18 abriles, “acompañado de descalificaciones a título personal por parte de Jácome, que no pueden tener cabida en un entorno gremial”.