El presidente de la Generalitat de Cataluña ha instado al Gobierno en funciones de Pedro Sánchez a implementar “una nueva fase de la negociación” entre ambos ejecutivos para concretar la celebración de un referéndum de independencia. El secesionismo supone así una amnistía para los acusados por el ‘procés’, que sumada al indulto de los condenados por el 1-O y la eliminación de la sedición del Código Penal, cerraría la etapa previa a la exigencia única de autodeterminación.
Pere Aragonès ha aprovechado el mensaje institucional en vísperas de la Diada de este año para subir la apuesta a Sánchez y lanzar un mensaje de advertencia: «La amnistía, por sí sola, No resuelve el conflicto de soberanía con el Estado. Cataluña quiere votar libremente sobre la independencia. Y hasta que el Estado español dé respuesta a esta demanda democrática, el conflicto existirá. El presidente regional, colíder de ERC, plantea la apuesta por Junts, partido que para negociar la investidura del candidato del PSOE requiere la aprobación de una ley de amnistía.
Hay momentos de optimismo en las filas independentistas y el discurso de Aragonès ha sido un buen ejemplo de ello: “Tenemos la oportunidad de resolver el conflicto de soberanía con el Estado. Ahora es el momento”. Este año la celebración de la festividad autonómica catalana coincide con el proceso de elección del presidente del Gobierno tras la cita con las urnas del 23J. El resultado ha situado a ERC y Junts (además del PNV) como actores esenciales para la gobernabilidad del país. Una situación política que ha centrado el discurso del presidente de la Generalitat.
Por ello, el secesionismo considera que puede conseguir su objetivo y dejar atrás “definitivamente” la “represión” que, desde su punto de vista, la lleva a cabo el Estado contra los independentistas. La solución sería, por tanto, celebrar un referéndum “sin límites”. «Sabemos que es difícil, que el Estado no nos lo pondrá fácil y que no nos dará nada; que siempre habrá quienes remen contra nosotros y que intentarán deshacer todos los avances que hemos logrado. Pero también sabemos que nada es imposible”, ha apuntado, para pedir a fuerzas independentistas y a la ciudadanía que sumen fuerzas y “esfuerzos”.
La amnistía es sólo el punto de partida
En cualquier caso, Aragonès ha recordado, en su mensaje televisado y dirigido básicamente a catalanes independentistas y catalanohablantes, que “Cataluña tiene la llave de la gobernabilidad del Estado” y, por ello, los partidarios de la ruptura del España “tiene que aprovechar esta fuerza para hacer posible todo lo que hasta ahora no era posible”. Un ‘imposible’ que no queda en la amnistía.
Todo lo contrario. La amnistía no es más que el comienzo. Y ha puesto nuevas condiciones a Sánchez: «Iniciar de inmediato una nueva fase de la negociación centrada única y exclusivamente en el fondo del conflicto. Una nueva fase de la negociación donde Gobierno del Estado y Generalidad de Cataluña acordamos cómo respondemos a la voluntad mayoritaria de los ciudadanos de Cataluña de decidir mediante el voto cuál debe ser el futuro político del país.
El presidente de la Generalitat ha reconocido que el independentismo está “obligando” al Ejecutivo, desde junio en funciones, “a dar pasos decisivos para la amnistía”, condición imprescindible de Junts para negociar la investidura de Sánchez a la que ahora se suma ERC. “Esta es la forma”, se ha jactado. Pero no es suficiente y hasta que no se celebre un referéndum de secesión en Cataluña, con el reconocimiento de las instituciones del país y a nivel internacional, “El conflicto existirá”. De ahí que, en opinión de Aragonès, haya llegado el momento de “iniciar una segunda fase de negociación”.
Para esta nueva etapa, el presidente regional tiene previsto proponer un pacto en la línea del acuerdo de claridad canadiense, en el que un grupo asesor de la Generalitat lleva meses trabajando y cuya propuesta será enviada a Aragonès en aproximadamente un mes. «La amnistía es el punto de partida de la etapa que ahora iniciamos. “No es el fin de nada y el Estado lo sabe” ha añadido.
Lengua catalana, déficit fiscal y Cercanías
El discurso institucional también ha servido para poner de relieve la intención de la Generalitat de promover el uso del catalán (“pilar de la nación”) hasta los aspectos más personales. La voluntad del nacionalismo es que el catalán sea “lengua común” de Cataluña, en lugar de español, que es de toda España. Así, el tema central de la Diada institucional es la defensa del catalán, frente al español. Y así lo ha expresado Aragonès, pese a ello ha reconocido la pluralidad y diversidad de la región. Pero no la lingüística.
El presidente autonómico ha defendido “mantener viva la lengua” reforzándola en los colegios, en referencia al incumplimiento de las sentencias judiciales para que los colegios impartan al menos el 25% de las horas lectivas en castellano, y poniendo “en cada rincón de nuestras vidas”. Así, ha llamado a que el catalán se vuelva imprescindible y se convierta en una “lengua común” y “un elemento de identificación y expresión colectiva de la propia cultura en constante construcción con aportaciones de todo el mundo”.
Durante los menos de diez minutos que duró el mensaje, el colíder de ERC también recordó otras reivindicaciones nacionalistas como la “déficit fiscal”, que impide el crecimiento del “potencial” de Cataluña, en su opinión y en la dirección de Cercanías. Aragonès inició su discurso con unas palabras de recuerdo las víctimas y sus familias marroquíes que este sábado sufrieron un terremoto que ha dejado miles de muertos y heridos.