En el momento de la arrebato igualmente estaban presentes la mamá de Diego y la persona que cuida de ella, aunque ambas se salvaron al encontrarse interiormente de la vivienda descendiente. Por precaución fueron trasladas al Arduo Hospitalario de Ourense para descartar lesiones y adecuado al delicado estado de salubridad de la mamá, que sufre problemas de corazón. Ayer por la mañana fueron dadas de reincorporación.
Los hechos han dejado consternados a un pequeño vecindario, en el que todos se conocen. “Eran dos jóvenes muy trabajadores, esperemos que se recuperen lo mejor posible”, expresaban los vecinos, aún en estado de shock por la situación.
A la demora del referencia policial definitivo, la superioridad de bomberos ha confirmado que la arrebato pudo originarse a raíz de la pérdida de gas de un depósito enclavado en el exógeno de una vivienda colindante que se encontraba deshabitada.
Primeras hipótesis
La hipótesis principal es que las roscas del mismo habrían quedado flojas, provocando que el gas se vaciara, luego de que los operarios trabajasen en él durante los últimos días. Alertados por el olor, los dos vecinos se acercaron a la zona, donde se había acumulado una bolsa de gas, y por algún ambiente forastero, como pudo ser una simple chispa o la manipulación de las válvulas de cerradura, se produjo la deflagración. Las víctimas tuvieron la mala suerte de encontrarse demasiado cerca y encontrarse afectados de atiborrado por la arrebato.
Adicionalmente de las quemaduras a las dos víctimas, la arrebato igualmente produjo daños importantes en los galpones situados a escasos metros del depósito. Asimismo calcinó el transporte propiedad de Diego y provocó daños en las fachadas de los números 8 y 16 de la calle Losada Diéguez. La rápida diligencia de los bomberos logró evitar un viejo número de daños materiales y humanos. Los efectivos desplazados al puesto se encontraron con tres puntos de fuego, provocados una gran onda expansiva, que lograron controlar de forma inmediata.