El cánnabis salta a la España vaciada y crece ilegal en cooperativas


El informe anual de la Fiscalía de Drogas revela, con datos de 2022, que España tiene un problema con el cannabis. Y no sólo porque su situación geográfica y sus condiciones climáticas han convertido tradicionalmente al país en un lugar propicio para el tráfico, la plantación y el consumo, sino también por “la alarmante realidad de que España se ha convertido en el primer productor de cannabis de la Unión”. Europeo”.

El trabajo, firmado por la Fiscal General Antidrogas, Rosa Ana Morán, dibuja una realidad de “cultivos de mayor tamaño, más organizados, con mayores concentraciones de Tetrahidrocannabinol (THC) y de los que se obtienen mayores rendimientos”. Se detiene aquí por todo lo que significa: “Han encontrado porcentajes superiores al 20% de THC en la planta y aumentos del 50% y hasta el 92% en hachísresultado de una manipulación genética cada vez más fácil” de los cultivos.

La droga, que no está considerada entre las que causan daños graves a la salud y para cuyo procesamiento el nivel de concentración del narcótico no es un factor determinante, es ahora más adictiva que antes y tiene un potencial nocivo mucho mayor, especialmente en el población joven. La Fiscalía insta a abrir una reflexión sobre este asunto. En el caso de la cocaína, por ejemplo, la pureza de los envíos incautados siempre se mide y se tiene en cuenta a la hora de imponer sentencias. Con la marihuana y el hachís no ocurre lo mismo. La lucha contra las drogas subraya esta cuestión porque el contexto es de banalización del consumo.

La percepción de su uso recreativo y sus propiedades medicinales, junto con la proliferación de países que han legalizado su uso terapéutico, contribuye a que la población elimine aún más hierro de un consumo ahora más peligroso. El informe alerta sobre mensajes que acaban “confundiendo” a los ciudadanos en una sociedad donde los derivados de la marihuana sin THC se venden en todo tipo de formatos, desde aceites hasta caramelos con apariencia de piruletas, incluso en máquinas expendedoras. “Prolifera información confusa e interesada que requiere una respuesta que va más allá de lo que se puede hacer mediante el ejercicio de la acción penal por parte del Ministerio Público”, afirma Morán.

Más violencia

Mención aparte merece el entramado detrás de los cultivos, porque la condición de país productor “conlleva, además del riesgo que produce el crecimiento del consumo de una sustancia económicamente accesible, la instalación en España de organizaciones criminales extranjeras que, en colaboración con Las estructuras nacionales, se aprovechan de las facilidades” de producir aquí. Estas organizaciones son cada vez más violentas, como lo revela la mayor incautación de armas en operativos Antidrogas que se han registrado y el aumento de las riñas generadas por los robos de droga entre las propias redes. , los llamados “vuelcos”, pero también crecen de otras maneras.

El informe alerta de que estas redes se están expandiendo a lugares donde tradicionalmente no había delincuencia por cultivo de marihuana, provincias del interior como Toledo, Ciudad Real, Burgos o Salamanca, que no aparecían en ese mapa de España donde cada año aparecen lugares en rojo. . como Algeciras, Granada o Murcia. Ahora, “son utilizados por organizaciones para la producción de esta sustancia, tanto en grandes superficies al aire libre como en cultivos ‘indoor’, con el resultado de mayores incautaciones y un aumento de las causas penales por la producción y venta de cannabis”.

También alerta a Antidrogas de un posible cambio en el modus operandi a partir del informe remitido en 2022 por la fiscal delegada en Almería. detectaron allí 4.171 conexiones ilegales a la red eléctrica vinculados al cultivo “indoor” en plantaciones que, vistas una a una, resultaron de escasa trascendencia por la pequeña cantidad incautada. El problema es que trabajaron de manera coordinada, “como cooperativas para la producción, manipulación y envasado de la sustancia para su posterior comercialización”. Fuentes antidrogas consultadas por torrevieja news today intuyen que éste puede no ser un caso aislado. Allí, como en Granada, abundan las causas derivadas de las grandes incautaciones de cannabis y las intervenciones de espacios “indoor” son una constante. En cualquier caso, en Andalucía es Cádiz, un año más, la provincia en la que más droga se incauta: el 50% de hachís y el 78% de cocaína procedente de la comunidad autónoma, a pesar de que la resina incautada el año pasado compara al anterior. La delegada en la región lanza un mensaje al respecto: considera que las cifras han bajado debido a “la menor presión policial y la desaparición del grupo operativo OCON Sur, que se produjo de manera sorpresiva y sin comunicación previa a la Fiscalía”.

Esta presión sobre el Campo de Gibraltar ha ido desplazando las redes a otras costas andaluzas. En este sentido, Huelva se sitúa como la segunda provincia con más incautaciones de hachís y de ahí se destaca la proliferación de organizaciones colaborativas “que funcionan como cooperativas ilícitas que dan cobertura a organizaciones gaditanas”, con socios propios que subcontratan mecánicos. , pilotos, tripulaciones, responsables de guarderías, etc. Tanto aquí como en Algeciras y Cádiz, los delegados Antidrogas inciden en el “colapso de juzgados y fiscales como consecuencia del incremento de operativos policiales del Plan Carteia, que fue puesto en marcha sin prever, en ninguna de sus fases, la necesidad de reforzar los órganos judiciales.

Según el informe, existen “graves retrasos” en la investigación de los casos. También en materia de cannabis, Antidroga se centra en Cataluña, donde, afirma, la cultura asociacionista cannábica que “se ha extendido en un proceso metastásico por toda España, sigue vigente” en esta “preocupante” comunidad autónoma. Sólo en Barcelona se han abierto 488 diligencias de investigación por parte de estos clubes, que “construyen un entramado complejo para la producción y distribución a gran escala”.

La extensión de la producción y el comercio de cannabis también se observa en Gerona, Lérida y Tarragona, como señala el informe, donde las investigaciones abiertas el año pasado revelan “cada vez más la instalación en Cataluña de organizaciones extranjeras que, aprovechándose de una cierta tolerancia social, llevan a cabo plantaciones y posteriormente distribuirlas por toda Europa”, incluso con venta online.

En general, el número de casos por tráfico de drogas está aumentando en toda España y alcanzó los 21.740 en 2022, un 4 por ciento más que en 2021. El informe destaca el aumento de casos en provincias del interior como Cuenca o Soria, aunque no resulta especialmente preocupante en número debido a la pequeña cifra inicial. Burgos, Salamanca, Orense o La Rioja también experimentaron incrementos notables derivados, en la mayoría de los casos, de las plantaciones y el tráfico de cannabis.

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