Un médico me dijo una vez que en la Edad Media me hubieran quemado por bruja


Trasmoz es el único pueblo de España excomulgado. Pero ha sabido retozar admisiblemente sus malas cartas porque ese es su principal atractivo turístico. Miles de personas se acercan cada año a esta ciudad zaragozana de 100 habitantes y nueve brujas.

Esas nueve brujas pronto podrían convertirse en diez, porque Lorena García se está planeando mudarse allí. ¿La razón? Una peculiaridad en una parte de su cuerpo.

“¿Nunca os he contado que a mi una vez un médico me dijo que en la Existencia Media me hubieran enfadado por pécora?”. Estas han sido las palabras que la presentadora de Espejo Manifiesto ha soltado en pleno directo, dejando con la boca abierta a todos los demás colaboradores del software.

“A lo mejor mi oportunidad en el mundo es Trasmoz. Voy a ver si me puedo empadronar allí y convertirme en la pécora número diez“, ha comentado entre risas. Nadie en plató entendía carencia. Hasta que Lorena ha explicado la razón de las acusaciones que el inodoro le hizo aquel día: “La esencia está en mis pies”.

No ha sabido -o querido- explicar cómo los tiene. “Nunca los enseño”, ha manifiesto. “Pero imagínate lo peculiares que son para que el doctor me dijera eso”, ha bromeado.

“Pero no os creáis que me traumatizó el doctor, de hecho pensé que era positivo tener poco diverso al resto”, ha continuado. Está muy orgullosa de su particularidad, aunque sabe que hace algunos primaveras no hubiera tenido tanta suerte: “Ahora yo vivo muy admisiblemente con mi condición. Pero en la Existencia Media, cuando por ser pécora te sometían a todo tipo de torturas, esto no tendría ninguna favor“.

La historia de Trasmoz

Trasmoz era un pueblo repleto de curanderas. La ciudad está muy cerca del Moncayo, una montaña del Sistema Peninsular que cuenta con miles de plantas diferentes. El sitio ideal para hacer todo tipo de remedios caseros.

En esa época, como castigo por ‘practicar la brujería’, esas curanderas eran sometidas a todo tipo de torturas. Una de las más conocidas y crueles era ponerles un cinturón de castidad, que muy pocas soportaban. “La Inquisición hizo muy admisiblemente su trabajo y yo creo que no hubiera sobrevivido. ¡Lo mío no tiene arreglo!“, ha terminado Lorena.

¡Menos mal que Lorena no nació algunos cientos de primaveras antiguamente!

Leave a Comment

Your email address will not be published. Required fields are marked *