Señala que la ley antitabaco que entró en vigor en enero de 2011 supuso una revolución al apearse exponencialmente el número de fumadores. Ahora, cree que ha “desaparecido” esa tendencia descendente. “Yo creo que cuando una ley lleva un tiempo, todos nos relajamos”, valora.
Descuido de “control” en la aplicación de la ley
Considera que lo que ha faltado en aplicación de la ley es un “control” pormenorizado en los espacios públicos cerrados como los restaurantes, donde fumar quedó totalmente prohibido.
El tarea que dirige Mónica García ha detallado el Boceto del Plan Integral de Previsión y Control del Tabaquismo 2024 con el que pretenden que España vuelva a ser “pionera” incluyendo nuevos espacios públicos donde no se pueda fumar. No se han especificado por el momento cuáles serán, pero Javier Padilla, secretario de Estado de Sanidad, avanzó hace unos días que ya “son conocidos”, refiriéndose a las terrazas de los bares o a las marquesinas del transporte conocido.
Tanto el incumplimiento de la ley como la aparición de nuevos productos -el tabaco calentado o el vaper-, podrían explicar el aumento de fumadores en nuestro país, según Pascual.
Aumento del vapeo en los adolescentes
La Sociedad Española de Medicina de Comunidad cifró en un 19% el número de adolescentes que vapean. Recordemos que se proxenetismo de un derivado del tabaco, por lo que lleva tóxico e impacta asimismo dañinamente en el organismo. Sobre esto, Francisco Pascual considera que muchos jóvenes “no tienen en cuenta” hasta donde puede obtener su consumo. Está convencido de que desde el Gobierno no se ha sabido “transmitir” a los fumadores que dejen de consumir tabaco y a los que no lo son, “que no se inicien”.
En mayo de 2023 se realizó el estudio de AEGON, en el que fueron encuestadas 1.600 personas. Un 58,8% de ellos declaró no fumar, frente al 76,8% del año preparatorio.
Tabaquismo y depresión, ¿unidos?
Los expertos evidencian asimismo que el consumo de tabaco u otras variantes supone una vía de escape para la ansiedad y el estrés. Aunque su emoción es cabal el contrario: se crea una dependencia de la tóxico que hace que aumente de nuevo el estrés. Francisco Pascual dice que entre el tabaco y la vigor mental hay una relación “bidireccional”.
Es asegurar, aquellas personas que tienen un cuadro depresivo tienen el doble “o más” posibilidades de convertirse en fumadores. Por el contrario, una persona que intenta dejar de fumar tiene asimismo más probabilidad de deprimirse, ya que “notan que les desatiendo una sustancia” con la que antiguamente funcionaban, según explica el médico.
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