La escuela infantil de Taboadela, una pequeña familia unida en el cole



En la escuela infantil de Taboadela, todos los alumnos querían volver a clases. Lo demostraron cantando un enérgico ¡sí! a la pregunta de si querían regresar. En esta clase conviven Ceci, Noa, Carme, Zoe, Emily, Jimena y Emilio, que tienen entre 3 y 6 años., y esta situación de mezclar diferentes edades es “positiva para ellos”, afirma su profesora, María Sousa. Al entrar al salón pequeño pero muy aprovechado, todos saludan y continúan sentados con sus quehaceres, que ayer fueron decorar un dibujo de una mochila. “Si tienes tres años, esta calma sería imposible. Son así porque ven adultos más tranquilos”, afirma la docente. Aquí todas se cuidan unas a otras, como si fueran hermanas.

El primer día las rutinas variaron un poco respecto al resto del curso, pero a los mayores ya casi no hay que contarles nada, porque conocen perfectamente las normas que les marca la “Profesora María”. Así que, después de un poco de trabajo en la mesa, llegó el momento de tomar un refrigerio y salir al patio. Los días transcurren entre experimentación, juego y actividades más especiales, ya que reciben visitas de especialistas como el inglés, para que su educación no se resienta a pesar de no estar en una clase de su misma edad. De esta forma, su formación sigue siendo de excelente calidad y los más pequeños pueden aprender de los mayores.

El grupo dice que se lo pasan “muy bien” en la escuela. “Aquí podemos salir, podemos jugar, podemos pintar, podemos hacer de todo”, dicen. También saben, sobre todo los mayores, que no todo es diversión e incluso reconocen que “a veces nos portamos mal y el profesor nos regaña”.

Pero esta unión va mucho más allá de las aulas. Son todos vecinos de distintos pueblos de Taboadela y, su unión, “da moita vida al ayuntamiento”. “Aquí enlace fan moito. Nos juntamos para cumpleaños y días festivos y es una alegría para todos”, dice su maestra.

Además, las amistades continúan en su etapa posterior, ya en el colegio de Seixalbo, donde cursan Primaria.

“Para nosotros tener una escuela infantil abierta es un lujo y una gran alegría”

Para el Concejo de Taboadela poder mantener abierto cada año su escuela municipal es “un lujo y una gran alegría”, afirma el teniente de alcalde, Roberto Blanco. “Antes era normal que hubiera algo en cada rincón, pero hoy, lamentablemente, no es así”, afirma. Es más, el año pasado lucharon por encontrar los seis alumnos necesarios para que no se cerrara el aula. “Afortunadamente sabíamos que este año no tendríamos problemas para mantener el aula abierta, porque sabíamos que se iban a incorporar dos niñas”, explica.

Sobre la educación que reciben los vecinos pequeños de Taboadela, está convencido de que “no pierden nada al mezclarse entre diferentes entidades. Además creo que es beneficioso porque al ser tan pequeño la atención es más personalizada. “Es increíble el vínculo que desarrollan con el maestro.”

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