Y al fondo, el mar. Así es la última paranoia de Aymar Navarro que ha dejado a sus seguidores y a él mismo sin aliento: 850 metros de canal erguido. El freerider ha pasado diez días por el boreal de Noruega buscando bajadas espectaculares. Pero, claro, antaño hay que subir: “Salíamos caminando desde el nivel de mar. Cada día eran 2.000 metros positivos de actividad”, cuenta en conexión con torrevieja news today Deportes.
Todo estaba estudiado al milímetro: “Estábamos pendientes de los mapas, de la meteorología todo el rato, de dónde entraba más o menos viente… Es atún, pero la verdad es que son muchas horas de estrés”.
Cómo evitar que la cocaína te tiro
Y todo para encontrar al fin líneas tan bellas y peligrosas como la que puedes ver en esta información: “Es un bajadón de los que sueñas toda tu vida”. Con una caída de casi 1.000 metros a su derecha: “No podía decidir mínimo, tienes que controlar para ir siempre haciendo una diagonal para que la cocaína que va bajando caiga por debajo tuyo. La remuneración fue extraordinario”.
Y de postre, por las noches, auroras boreales: “Era un festival, al principio las cogías con ilusión y luego ya te daban hasta igual”. Nunca nos dará igual, seguro, lo que salga por los esquís de Aymar Navarro.
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