El curso escolar comienza en Ourense con el número de alumnos más bajo del siglo



Un total de 29.710 alumnos ourensanos de Infantil, Primaria, ESO y Bachillerato iniciaron ayer un nuevo curso escolar en la provincia, la cifra más baja de la historia. fruto del evidente descenso demográfico y la baja tasa de natalidad, lo que deja en la cuerda floja a cinco colegios, al borde del límite de seis alumnos que la Xunta de Galicia establece como baremo para mantener abiertos los colegios. Cinco municipios -la ciudad y las principales localidades- agrupan ya al 64% del total de alumnos de Educación Infantil (2.979 de los 4.661 matriculados) y al 73% de todo el alumnado, en este caso una cifra más razonable ya que hay hasta 53 consejos de instituto.

Sólo la ciudad, con 15.200 alumnos, reúne a más de la mitad de todos los escolares de la provincia y casi el 46% de todos los matriculados en Educación Infantil. Sumando las localidades de O Barco, Verín, Carballiño y Xinzo de Limia las cifras se disparan.

En el lado opuesto, hay cinco ayuntamientos que mantienen abiertos sus colegios al límite. Se trata de Taboadela, Vilariño de Conso, Punxín y Beariz, todos ellos con 11 o menos alumnos, rozando el umbral de seis que impone el Departamento de Educación, Cultura, Universidades y FP para mantener en funcionamiento un centro educativo.

En el caso de Taboadela, han comenzado el curso con ocho matriculados en su escuela infantil, consolidándose un año más como el centro con menor número de alumnos de la provincia. Sobrevive de momento con un margen de tres alumnos para un hipotético cierre. En Vilariño de Conso, Punxín y Beariz iniciaron el curso con 10 alumnos, en Beariz con un solo niño en la etapa de Infantil. En O Bolo aguantan con 11 inscritos. Ya por delante, con más margen, están A Veiga, Muíños y Entrimo entre los diez primeros ayuntamientos con menos matrícula.

La inercia no es positiva. Como ejemplos, en el último curso prepandemia (2018/2019), en Punxín empezaron con 13 alumnos (ahora tienen 10), y en Beariz con 15 (5 más que ahora).

El relevo generacional es uno de los principales problemas. En siete municipios tienen menos de seis alumnos en Educación Infantil, lo que a largo plazo podría ser un problema para alcanzar el cupo de seis niños necesario para mantener abierto un centro. Por debajo de ese límite se sitúan Baños de Molgas (5), Vilardevós (5), Punxín (5), Arnoia (4), Vilar de Barrio (4), O Bolo (2) y Beariz (1). En cualquier caso, en Vilardevós, Baños de Molgas, Arnoia o Vilar de Barrio, con más de una veintena de alumnos en Primaria, todavía tienen músculo suficiente para aguantar.

La provincia perdió 9 aulas y 11 plazas docentes, advirtió ayer CCOO. Ya no es un problema rural y ahora llega a Allariz, Barbadás o Carballiño y a la ciudad. El colegio Irmáns Villar pierde dos profesores y el colegio de A Ponte pierde dos profesores y un aula. CCOO lamenta que sólo se reduzcan en lo público y no en lo concertado: “El descenso demográfico no puede ser una excusa puramente pública”. Advierten con movilizaciones si no hay negociaciones con los docentes.

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