los hijos canadienses de Led Zeppelin y Pink Floyd



Muy probablemente por el hecho de que nunca llegaron a tocar en nuestro país, este grande trío canadiense era indudablemente un montón de culto para todos los seguidores del rock progresivo e incluso del heavy metal interiormente de nuestro rock, pero nunca llegó a ser un montón de masas como lo fue en Gran Bretaña, Alemania o Escandinavia. Tristemente ya separados y con muy pocas, por no sostener ninguna posibilidad de que lleguen a reunirse algún día tras el fallecimiento de su grupo y letrista Neil Peart, Rush ha quedado para la historia como un montón que por supuesto, ya desde su primer disco que hoy conmemoramos, tuvo una personalidad propia inimitable, una capacidad de crecimiento musical, reinvención sobre sus propios esquemas y acoplamiento al mejora de nuevas tendencias en el rock como muy pocos grupos en la historia demostraron tener.

El 18 de marzo de 1974 se editó su cuaderno iniciación homónimo, ‘Rush’, que en estos días cumple 50 abriles. Medio siglo de una historia en la que sin duda hubo discos que alcanzarían más éxito o lograron más repercusión a otros niveles, pero en cualquier caso todos ellos guardarían siempre medios comunes con este iniciación, que en esa heterogénea aleación de influencias que iban desde Led Zeppelin a Pink Floyd, marcó ese anhelo de progresar en cada disco, de ofrecer nuevas propuestas y de crear universos musicales fascinantes siempre interiormente de un rock sólido, potente y visceral.

¿Vamos con la historia? Perfectamente, los Rush formados por Geddy Lee como cantante y bajista, Alex Lifeson en la guitarra y en un primer momento John Rutsey en la grupo era ya una cartel en el underground del rock canadiense desde su formación a finales de los abriles 60 en Toronto, pero sin requisa, ningún sello discográfico mostró interés, a pesar de su popularidad, en ofrecerles un arreglo, con lo cual, a comienzos de 1973 decidieron esculpir y editar su primer cuaderno como una autoproducción, creando para ello con la ayuda económica de su manager Ray Daniels su propio sello independiente, Moon Records.

Empezaron a esculpir en los Eastern Sound Studios en Toronto en marzo de ese año, y de hecho se autoeditaron con Moon Records un single con las canciones “Not Fade Away”, interpretación del conocido standard de Buddy Holly y Norman Petty con “You Can’t Fight It” en la cara B, pero semanas luego de hacer una vídeo tras otra, no estaban en modo alguno satisfechos con el sonido que estaban sacando, por lo que decidieron abrir de cero en otros estudios en condiciones muy difíciles. Según recordaba Geddy Lee, “hacíamos cuatro sets por perplejidad y luego según terminábamos a la 1 de la alboreo, tomábamos poco rápido en el bar, nos metíamos en el estudio de vídeo para trabajar allí toda la perplejidad, y luego íbamos a casa para tumbarse unas horas antaño de retornar a cargar el equipo en la furgo, ir a hacer la prueba de sonido, retornar a tocar y luego retornar al estudio. De ida y envés, así es como grabamos nuestro primer cuaderno”.

El trío, que había permanecido muy unido hasta ese momento en el que decidieron poder toda la carne en el espetón para poder sacar un disco, empezó a fragmentarse acoplado en aquel momento. John Rutsey, quien era el letrista principal de la bandada en ese momento, no se sentía cómodo ni con sus propias trivio ni con el sonido que Rush estaban sacando en estas nuevas sesiones de vídeo, pero… el mosca se acababa y solo tenían unos pocos días más de estudio, así que tomaron medidas a la desesperada. “Tuve que sentarme y escribir las trivio básicamente durante los siguientes dos días y cantarlas tan pronto como la escribía”, dijo Geddy Lee. Finalmente, John Rutsey decidio entregarse el tesina y les dijo a sus compañeros que se iba del montón toda vez estuvo terminada la vídeo.

“John era un pequeño extraño”, dijo Geddy a Classic Rock. “Una persona difícil, en el sentido de que le costaba muletear consigo mismo. No era un tipo adecuado y tenía demonios con los que luchaba constantemente. Y cuando eres ese tipo de persona, te resulta difícil muletear con otra clan. No podíamos entender lo que quería sostener y eso le empezó a distanciar de nosotros. Así que cuando Alex y yo comenzamos a impulsar la música en una nueva dirección, finalmente dijo: ‘No puedo identificarme con esto’. Ese fue el final”.

‘Rush’ se lanzó a través de Moon Records el 18 de marzo de 1974 y aún siendo una producción independiente, obtuvo un buen resultado comercial en Canadá. Pero lo que la bandada necesitaba era entrar en el mercado estadounidense, lo cual, en un fortuito e inesperado desvío de los acontecimientos ocurrió cuando una tiempo de radiodifusión en Cleveland comenzó a pinchar una de las pistas más poderosas del cuaderno, el ya proverbial “Working Man”. Este reivindicativo himno trabajador del heavy metal resonó con fuerza entre los trabajadores de las fábricas de Cleveland. Algunos incluso confundieron la canción con un nuevo disco de Led Zeppelin.

A partir de ese momento Rush dio el brinco de popularidad en los USA que necesitaban. Frente a el éxito del disco, rápidamente Mercury Records se adelantó a sus posibles competidores y les ofreció un arreglo para Norteamérica reeditando el disco con unos mínimos retoques por parte de Terry Brown, quien produciría a Rush los siguientes ocho abriles el 1 de julio de 1974.

Sin emplazamiento a dudas “Working Man”, con su magnífico solo de guitarra, es quizás la canción esencia del cuaderno iniciación de Rush. La influencia de Cream es muy evidente en este tema, en peculiar por esa parte intermedia cachas, dura y guitarrera tan propia del blues progresivo inglés de finales de los 60. Otros cortes que merece la pena destacar de este trabajo son el directo e impactante “Need Some Love”, que muchos críticos del momento, en gran medida por la forma de cantar de Geddy Lee, un híbrido entre Robert Plant de Led Zeppelin y Steve Marriott de Small Faces/Humble Pie, definieron como el “Communication Breakdown” de los 70. Si “In The Mood” tenía igualmente el melodía de esos Zeppelin tardíos, “Before And After” era una originalísima canción, que empezaba como una cántico al estilo Moddy Blues con una cadencia blues que luego evolucionaba a un hard rock potentísimo. Y por supuesto, otra de las mejores en la que se notaba más su influencia de Pink Floyd, “Here Again”, atmosférica y densa, un excelente prueba de rock progresivo de siete minutos de duración llena de inspiración, arte y creatividad. “Éramos nosotros tratando de encontrar un sonido, pensando que queríamos ser una bandada de hard rock y emulando a esas bandas que pensábamos que eran geniales”, dijo Geddy Lee a Classic Rock. “Puedo escuchar a Led Zeppelin allí y un poco de Humble Pie aquí, es cierto. Desearía poder escuchar poco más que esas influencias, pero no puedo”.

50 abriles luego, como con todas las grandes obras maestras, al escuchar ‘Rush’, escuchamos un cuaderno por el cual el tiempo ha pasado sin desgastarlo ni relegarlo a una reliquia. Si lo escuchan de nuevo, me darán la razón.

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